Washington impulsa acuerdos con el gobierno argentino para asegurar el acceso al uranio y frenar la expansión china en sectores importantes. La administración Trump ve la estabilidad de Argentina como un interés estratégico propio.
El secretario del Tesoro del expresidente Donald Trump, Scott Bessent, mantiene negociaciones con el ministro de Economía argentino, Luis Caputo, con el objetivo de asegurar el acceso de Estados Unidos a minerales críticos, como el uranio, y restringir el avance de China en sectores estratégicos del país.
Funcionarios estadounidenses buscan incentivar la participación de empresas de EE.UU. en proyectos de infraestructura y telecomunicaciones en Argentina. La intención es contrarrestar la presencia de empresas chinas, como Huawei, que opera en la red 5G argentina y financió inversiones como el préstamo de US$74 millones a Telecom.
China es el segundo socio comercial de Argentina, luego de Brasil. En 2023, ambos países acordaron un swap de divisas por US$5.000 millones. Además, China financia una central nuclear con tecnología propia y busca garantizar el suministro de uranio ante su creciente demanda energética.
Argentina posee unas 33.780 toneladas de uranio, con un costo estimado de producción de US$130 por kilogramo, según datos de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). EE.UU. pretende garantizar el acceso a este recurso como parte de su estrategia de seguridad nacional.
Postura de Milei y contactos asiáticos
El presidente Javier Milei negó que su gobierno haya recibido pedidos para cortar relaciones con China. De hecho, funcionarios argentinos como Caputo y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, mantuvieron encuentros con representantes chinos durante reuniones del FMI y el Banco Mundial.
