El próximo domingo termina el año, pero los problemas inflacionarios de Argentina seguirán estando ahí en 2023. Tal es así, que en los primeros días de enero se activarán una serie de incrementos programados que pondrán en jaque el bolsillo de los asalariados.
Uno de los aumentos más significativos que habrá en enero es el de los combustibles. Si bien no afectará a todos los argentinos de forma directa -solo a quienes andan en auto- sí tendrá un impacto en el bolsillo de toda la población de manera indirecta. Es que los ajustes en nafta y gasoil encarecen los servicios de transporte y distribución, lo que en el corto o mediano plazo se traslada al valor final de los bienes que se venden en todo el país. Dicho de otra forma, presionan el avance de la inflación.
En esta oportunidad, el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, anunció que se acordaron cuatro incrementos de precios consecutivos con las petroleras. Uno ya se aplicó (fue del 4% en diciembre), pero todavía está pendiente una suba del 4% en enero, del 4% en febrero y del 3,8% en marzo.
Si el porcentaje anunciado es exacto, en el primer mes del 2023 el litro de nafta súper pasará a costar $ 156,94 en las estaciones de servicio de YPF en la Ciudad de Buenos Aires.
Telefonía
Aunque hay discrepancias entre las empresas y el Gobierno -por las regulaciones de precios- las compañías de telefonía están anunciando aumentos que rozan el 25% para enero de 2023.
Hasta acá, el único caso concreto en realidad es el de Movistar, que avisó a sus clientes que aplicará un incremento en sus tarifas del 23,5% a partir de enero. Sin embargo, se espera que las demás empresas sigan los mismos pasos en los próximos días.
Alquileres
De acuerdo a lo que establece la ley de alquileres, aquellos inquilinos que comenzaron a alquilar en enero de 2022, el mes que viene deberán enfrentar un aumento de la renta del 80,81%. Eso significa que, si el valor de alquiler mensual era de $ 50.000, a partir de enero tendrán que abonar $ 90.405 mensuales hasta diciembre de 2023.
Es necesario recordar que para establecer el porcentaje de incremento se debe aplicar una fórmula preestablecida por el marco legal vigente. Primero, se debe consultar cuál era el valor del Índice para contratos de Locación (ICL) al momento de firmarse el contrato y en cuánto se encuentra al momento de la actualización (en este caso en enero). Esa información se publica diariamente en la web del Banco Central.
Posteriormente, se debe dividir el ICL actual con el ICL de un año atrás. Al resultado de esa cuenta (hoy daría de 1,80813) se lo debe multiplicar por el monto de alquiler anterior. Así se obtiene el nuevo valor de renta a pagar.
Servicio doméstico
Aquellas personas que tengan personal doméstico registrado deberán considerar un aumento salarial del 7% en enero, en relación a los sueldos que están vigentes desde noviembre.
De esta forma, el personal para tareas generales sin retiro pasará a ganar $ 611,50 la hora o $ 77.423,50 mensuales.
En el otro extremo de la escala, los supervisores sin retiro tendrán desde enero un salario de $ 749,5 por hora o $ 95.142 mensuales.
Transporte
Uno de los ajustes más sensibles para el presupuesto de las familias argentinas es el incremento de las tarifas de colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y de los trenes de corta y larga distancia, cuyas tarifas tendrán un incremento del 39% a partir del próximo domingo.
De esta forma, el boleto mínimo en el AMBA saltará de $ 25,20 a $ 35, para viajes de menos de 3 kilómetros. El segundo tramo (3 a 6 kilómetros) subirá de $ 28 a $ 39 y así sucesivamente. Los trayectos más largos (más de 27 kilómetros), que hoy cuestan $ 32,20, pasarán a costar $ 48.
Monotributo
Desde el 1° de enero, todos los parámetros del Monotributo, o Régimen Simplificado, deben actualizarse. Ese aumento, que se da en los montos máximos de facturación, escalas y cuotas, se rige por la ley de movilidad, la misma que para los jubilados y otras asignaciones que paga la ANSES.
Así, los topes y cuotas deberían subir 72,6% desde la tabla vigente a principios de 2022. Pero a mediados de año se hizo una modificación por ley de “alivio fiscal” a los pequeños contribuyentes, lo que complica más los cálculos, dado que a los contribuyentes de las categorías más bajas se subió el monto máximo de facturación en 60%, mientras para otros fue inferior y la categoría más alta llegó al 29%.
Así, desde enero, de cuota mensual, se deberán abonar los siguientes montos en total:
- Categoría A: $5754,89, tanto los que venden bienes y como los que ofrecen servicios.
- Categoría B: $6435,03 para todos los pequeños contribuyentes de esta escala.
- Categoría C: $7356,04 para servicios y $7232,04 para la venta de productos.
- Categoría D: $8674,80 para servicios y $4979,94 los que venden productos.
- Categoría E: $11.394,55 (servicios) y $10.246,48 venta de cosas muebles
- Categoría F: $13.638,95 para los servicios y para los que venden productos, $11,781,54.
- Categoría G: $15,908,13 para servicios y $13.414,49 para los productos.
- Categoría H: para servicios (la última escala permitida) $27.813,92. Mientras, los que venden bienes, $23,207,10.
- Categoría I: La cuota mensual será de $33.360,21.
- Categoría J: Será de $38.313,09 por mes.
- Categoría K: La cuota mensual queda en $43.305,56 para 2022.
A esos valores hay que sumarle un extra en los montos de la obra social, que aumentarán, según determinó el Presupuesto 2023, de manera progresiva de $3000 a $10.000 según la categoría.
Las categorías A, B y C no tendrán cambios en los aportes, pero las más altas sí: entre la D y la K habrá un alza en el aporte a la obra social que impactará fuertemente en la cuota final de los contribuyentes.
Con información de TN & Infobae.