El cálculo estaría basado en un proyecto de Massa del año 2018, que utilizaba como tope al coeficiente de variación salarial. En este caso, los aumentos irían 20% debajo. El proyecto podría abrir la puerta a una nueva suba antes de fin de año.
El presidente Alberto Fernández inauguró ayer las sesiones ordinarias del Congreso con un discurso que arrojó varias novedades al panorama económico. Entre ellas, la elaboración de una fórmula de actualización para las tarifas de los servicios públicos. El cálculo en cuestión se basará en un proyecto elaborado por Sergio Massa, convertido en ley y vetado por el Ejecutivo en el 2018. Esa iniciativa marcaba como tope para los aumentos el coeficiente de variación salarial. En este caso, según afirmó el mandatario, irán por debajo. Al mismo tiempo, anticipó que se quitarán los subsidios al 10% de los usuarios de mayor poder adquisitivo.
De acuerdo al borrador del pre acuerdo con el Fondo Monetario que circuló semanas atrás, el Gobierno tomará el compromiso de encarar una estrategia múltiple de reducción de los costos de energía y aumento del traspaso de los costos de generación. Al mismo tiempo, se señala que se reducirán gradualmente los subsidios a usuarios comerciales y se mejorará la progresividad de los mismos a los hogares a través de un sistema de segmentación. “Las acciones a corto plazo se centran en garantizar la reducción planificada del 0,6% del PIB en subsidios a la energía en 2022”, completa el documento aludido.
Sobre este punto, Alberto Fernández anunció que el decil con mayores ingresos de la población dejará de percibir los subsidios a la energía. El universo abarcado va en línea con lo que el Ente Nacional de Regulación de la Energía (ENRE) anticipó que se llevaría a cabo para el Área Metropolitana de Buenos Aires. Ese recorte se aplicaría a otras nueve áreas urbanas más. Resta saber si el criterio de segmentación será puramente geográfico, como había planteado el ENRE en diciembre, o entrarán en consideración otras variables.
De acuerdo a estimaciones privadas, en caso de que el aumento plano sea cercano al 40%, los usuarios residenciales que dejen de percibir los subsidios reflejarán en sus facturas un incremento final cercano al 100%. De todas maneras, el Presidente afirmó que habrá una ventanilla de reclamos: “Si alguna persona considerara injusto dejar de percibir un subsidio que a su criterio le corresponde, siempre podrá hacer su reclamo para que su derecho le sea reconocido en tiempo oportuno”.
Al cierre del año pasado los subsidios energéticos escalaron a un 2,2% del PBI y volvieron a ganar participación como factor explicativo del desequilibrio fiscal. El Gobierno apunta a que parte de la reducción de ese rojo también provenga de la finalización de la resolución 46/2017 para la promoción de la producción de Gas no convencional en Vaca Muerta. En cualquier caso, todas las proyecciones están atadas a un contexto internacional de incertidumbre, que podría traer una escalada aún mayor de los precios de la energía.
Fuente: Ámbito.