CELAG analizó datos del INDEC y registró incrementos desmedidos en productos esenciales del GBA, con subas que superan ampliamente el 200%.
Un relevamiento del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) expone un fuerte aumento en el precio de productos de consumo básico en el Gran Buenos Aires. Basado en cifras del INDEC, el informe compara la evolución entre noviembre de 2023 y julio de 2025, revelando una tendencia marcada de subas que afecta de forma directa al bolsillo de las familias.
La sal fina de 500 gramos encabeza el listado: subió un 334%, al pasar de $302 a $1311. En conjunto, los productos alimenticios y de higiene relevados muestran incrementos que superan ampliamente la inflación del período.
Los mayores aumentos registrados en alimentos y limpieza
Entre los productos más afectados figuran alimentos y artículos de uso diario, fundamentales para la vida cotidiana de los hogares. Según los datos de CELAG, el ranking de aumentos incluye:
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Sal fina (500g): 334% (de $302 a $1311)
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Pan de mesa (390g): 270% (de $805 a $2977)
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Jabón en pan (200g): 262% (de $325 a $1176)
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Aceite de girasol (1,5 litros): 250% (de $1273 a $4450)
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Leche fresca en sachet (litro): 250% (de $1273 a $4450)
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Pollo entero (kg): 262% (de $325 a $1176)
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Carne picada común (kg): 247% (de $457 a $1584)
El incremento sostenido se observa tanto en alimentos como en productos de higiene del hogar.
Subas fuertes también en huevos y harina
El documento también detalla aumentos en otros productos básicos. Los huevos de gallina subieron un 189%, al pasar de $1397 a $4032. En tanto, la harina de trigo trepó un 180%, subiendo de $323 a $905. Estas cifras acompañan una tendencia inflacionaria en toda la cadena alimentaria.
La información se basa en registros oficiales y se presenta como parte de un análisis sobre el deterioro del poder de compra en áreas urbanas del país.
Cómo impactan estos aumentos en los hogares del GBA
Los datos reflejan una suba sistemática y generalizada que afecta de manera directa a quienes más dependen del acceso a alimentos y productos básicos. Las cifras del informe apuntan especialmente al Gran Buenos Aires, una de las regiones más sensibles al comportamiento de los precios en supermercados y comercios minoristas.
Desde el informe se remarca que la variación es generalizada y “no se trata de casos aislados”, señalando el impacto profundo sobre el consumo diario.
