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Polémica de Estados Unidos con seis países por la tasa Google

El Estado norteamericano impondrá una carga tributaria por la presión fiscal a los gigantes tecnológicos.


Estados Unidos impondrá tarifas adicionales a productos procedentes de seis países. Ello, en respuesta a los impuestos – denominada tasa Google- adoptados por cada uno de ellos contra compañías tecnológicas estadounidenses como Amazon o Facebook.

No obstante, la aplicación de la carga quedará en suspenso durante seis meses a la espera de que las negociaciones en curso en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el G-20 alcancen una resolución global. El anuncio fue bien recibido por fuentes del Ministerio de Hacienda de España, uno de los países en conversaciones.

Si no hay acuerdo en 180 días España, Reino Unido, Austria, India, Italia y Turquía serán objeto de esos aranceles, “justificados” por la imposición de tasas a servicios digitales, según un comunicado del departamento de Comercio estadounidense. Así, importaciones de bienes cuyo volumen ascendió a más de 2000 millones de dólares en 2019, de calzado italiano a alfombras turcas, podrían sufrir aranceles adicionales del 25%, según publicó la agencia Bloomberg.

Negociación multilateral

La titular de Comercio, Katherine Tai, ha asegurado que EE.UU. prefiere centrarse ahora en “encontrar una solución multilateral a una gama de asuntos clave relativos a la fiscalidad internacional, incluida nuestra preocupación por los impuestos a los servicios digitales” de gigantes como Amazon.com Inc. y Facebook Inc., la denominación que adoptan en sus operaciones internacionales. Los grandes de Silicon Valley se sirven en general de sus estructuras en otros países para reducir, de forma legal, su factura fiscal.

La Administración de Joe Biden viene haciendo especial hincapié en la armonización fiscal de los países desarrollados, con propuestas como una tasa corporativa global del 15% formulada ante la OCDE, ya que, de hecho, es una de las iniciativas en las que el organismo multilateral lleva tiempo trabajando. La homologación fiscal internacional guarda relación directa también con el intento de la Casa Blanca de elevar el impuesto de sociedades en EE UU del 21% actual al 28%, para financiar parte del ambicioso plan de infraestructuras de la Administración demócrata.

Lo que Washington pretende, en última instancia, es acabar con la carrera a la baja registrada en los últimos 30 años, que ha permitido a muchas empresas estadounidenses —con las tecnológicas a la cabeza— tributar en países, como Irlanda,mucho más amables en lo fiscal, según informó el diario El País. Irlanda impone una tasa corporativa del 12,5%, frente al 21% de promedio del entorno europeo.

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