Como parte de las medidas que viene implementando el equipo económico en los últimos días, el BCRA subirá la tasa este jueves. Le dará un fuerte sacudón para que sea más efectiva en el control del mercado cambiario.
En el marco de las medidas que viene tomando el Gobierno para continuar conteniendo la corrida cambiaria que se vivió entre la semana pasada y el comienzo de esta, el Banco Central (BCRA) prepara una suba de tasas del plazo fijo y las Leliq a 28 días, que se hará efectiva este jueves, luego de la reunión de directorio semanal que se realiza en la entidad. Y no será un cualquiera: será un fuerte ajuste el que se implementará, el más alto desde el comienzo de la actual gestión. Asimismo, se realizarán cambios en los montos máximos de los plazos fijos tradicionales.

Y es que, tal como apunta el economista de Ecolatina Santiago Manoukian, “la aceleración inflacionaria de inicios de año devolvió la tasa de política a terreno negativo durante febrero y marzo” y la reciente disparada de los dólares libres y el compromiso asumido con el Fondo Monetario Internacional (FMI) forzaba al BCRA a no quedarse inmóvil frente a este panorama a fin de procurar moderar las presiones inflacionarias y las tensiones sobre la brecha cambiaria vía un fomento al carry trade.
Esta será la tercera suba de tasas que el BCRA implementa en lo que va del año. La anterior la dispuso a mediados de este mes, hace apenas 7 días, casi una semana después de que se conociera el dato de inflación de marzo, que estuvo en el 7,7%. En esa ocasión, elevó la de las LELIQs y el plazo fijo del 78% al 81%, con una efectiva anual (TEA) del 119,1% y una mensual de 6,66%.
Manoukian explica que la razón por la que el BCRA decide avanzar nuevamente en este sentido es que “ese cambio reciente del rendimiento mensual no logró volver a terreno positivo respecto de la inflación en el corto plazo, frente a una expectativa de inflación del 7% para abril”. Es por ese motivo, sumado a una inestabilidad cambiaria creciente en el último tiempo, que se hace necesario que el BCRA “sobreactúe tasa” en el marco de una economía bimonetaria y frente a la tendencia dolarizadora que se da de cara a las elecciones.
Sin embargo, Buteler advierte que “esta medida no se corresponde con haber asistido al Tesoro la semana pasada con $100.000 millones, que es una medida expansiva, al igual que la implementación del tipo de cambio diferenciado a $300 para el campo”. Señala, así, que esta nueva suba es una reacción “de manual” ante la escalda de la inflación y la disparada del dólar, pero que debería ir acompañada de la menor emisión posible. “Si el Tesoro no tiene dinero, deberá conseguir su financiamiento y pagar la tasa que tenga que pagar por eso”, opina.
Por su parte, Manoukian señala que, si bien la decisión puede contribuir a llevar algo más de calma en el corto plazo, “la emisión futura asociada por intereses de los pasivos remunerados (12% del PIB, +250% de la base monetaria), junto al severo impacto de la sequía y la creciente incertidumbre que existe en este año electoral”, podría hacer que este movimiento de la tasa sea ineficaz para moderar la dinámica inflacionaria hacia adelante. Y, en este punto, considera que la medida debería formar parte de un programa integral.
Fuente: Ámbito.