La inflación de marzo generó una revisión al alza de los planteos salariales en las principales paritarias del sector privado. Varias actividades buscarán cerrar aumentos de 60% con revisiones en las próximas semanas.
El sacudón que generó el 6,7% que registró el IPC en marzo y la falta de certezas sobre la evolución de los precios en los próximos meses apuntaló la estrategia sindical por llevar la pauta salarial anual a un piso de 60% de forma de asegurarse que el nivel de recomposición convenido en la nueva ronda de paritarias no quede neutralizado por la inflación.
Bajo ese paraguas se cerró la negociación salarial en Comercio, la más numerosa de la actividad privada que agrupa a más de 1,2 millones de trabajadores. El incremento, en siete tramos y con revisión, redondea un 59,5%, parámetro similar al que buscarán replicar en las próximas semanas los principales gremios de la CGT.
Aunque con formatos diferentes, también pugnarán por un aumento anualizado en torno al 60% la representación sindical de sectores como la industria de la alimentación, sanidad, bancarios y construcción, entre otros.
“Lo más probable es que ese porcentaje con distintos esquemas se vaya extendiendo a otras negociaciones porque nadie se va a bajar a firmar algo menor a la inflación”, indicó a El Cronista un importante referente de la conducción de la CGT tras la difusión del entendimiento salarial que abarca a los empleados de comercio.
El acuerdo suscripto entre el gremio mercantil que conduce Armando Cavalieri con los representantes de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y la Unión de Entidades Comerciales (Udeca) estableció un aumento anual del 59,5% en siete cuotas no acumulativas.
Los tramos se aplicarán un 6% con los sueldos de abril, 6% en mayo y 6% en junio, en tanto en agosto la suba será de 10% al igual que en septiembre, en noviembre se aplicará un aumento de 11% y finalmente la cuota del 10,5% restante será en enero de 2022.
El salario mínimo de la actividad pasará así de los actuales $ 90.000 a $ 139.000 una vez que se completen todos los tramos del aumento convenido. Además, el entendimiento incorporó una cláusula de revisión en función de la evolución y la aceleración de los precios, que afectan las escalas salariales, precisó el gremio.
En marcha desde hace dos semanas, también la discusión salarial en la industria de la alimentación avanza en una línea similar. El gremio que agrupa a los más de 80.000 trabajadores de la actividad deslizó el pedido de una recomposición del 60% ante los representantes empresarios y aspira a sellar un acuerdo antes de fin de mes.
La negociación en la actividad bancaria está trabada. Tras acordar aumentos “puente” equivalentes a la inflación para los meses de enero, febrero y marzo, el gremio encabezado por Sergio Palazzo dispuso un paro de actividades para el 28 de abril ante la falta de avances en la discusión con las cámaras bancarias, a las que reclamó una suba de 60% para los trabajadores del sector.
Por su parte, el sindicato de Sanidad, que junto a Carlos West Ocampo lidera Héctor Daer, uno de los miembros del triunvirato de conducción de la CGT, anticipó dos meses las negociaciones con las clínicas, sanatorios y prepagas tras la venia oficial para el adelantamiento de paritarias. En ese marco pidió una suba de 25% para el período abril-julio y un 20% en agosto. La apuesta del gremio es actualizar ese aumento en base a la evolución de la inflación en el último tramo del año.
En tanto, en la industria de la construcción prevé iniciar la negociación paritaria en los primeros días de mayo, justo cuando los trabajadores del sector cobrarán el último tramo del incremento salarial de 2021, acuerdo que totalizó un 56,2%. En ese caso, la intención del gremio que lidera Gerardo Martínez en elevar un reclamo de aumento que considere ese suba como piso para el nuevo ajuste de 2022, con lo que también se acercará a la pauta de 60% anual con revisiones.
Fuente: El Cronista.