Busca apoyo de las provincias en el Senado para aprobar la rebaja del impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría, y el reintegro permanente del IVA. El gravamen a la compra de dólares para importaciones ayudó a achicar el déficit en agosto.
El ministro de Economía, Sergio Massa, salió fortalecido la semana pasada al obtener en la Cámara de Diputados la aprobación de la modificación del Impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría. Ahora va por más. Acordó con los gobernadores de las provincias del norte argentino coparticipar dos tributos: el que grava los débitos y créditos bancarios y el impuesto PAIS. No está de más suponer que esa es la prenda de cambio para conseguir los votos en el Senado que permitan aprobar el Presupuesto 2024 y sostener las reformas que lanzó Massa en las últimas semanas, que incluyen una devolución permanente del IVA.

El impuesto PAIS le ha venido a traer algo de alivio a las arcas del fisco. Su extensión a la mayoría de la compra de dólares con destino al pago importaciones con una alícuota del 7,5% generó una masa de recursos extraordinarios. En agosto ese tributo juntó $212.000 millones, 506% más en términos nominales que en el mismo mes de 2022.
Entonces, en el octavo mes, el déficit primario disminuyó 93% en términos reales. Esto fue consecuencia de que los ingresos totales nacionales aumentaron un 6,5% interanual real y el gasto primario bajó un 8,5% interanual. “En valor absoluto, el déficit primario fue de $36.000 millones. En términos del PBI anual, equivaldría a 0,02%. Lo que lo ubica por debajo del déficit del año anterior y de 2021”, señaló el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).

Críticas
Más allá de las cuentas, varios tributaristas hicieron hincapié en que la sustitución de Ganancias por el impuesto al cheque y el impuesto PAIS sería regresiva.
Por caso, Sebastián Domínguez, de SDC Asesores Tributarios, dijo que el impuesto al cheque es distorsivo, afecta la bancarización, no tiene relación con la capacidad contributiva y otras cosas más. “De esta forma la propuesta es reemplazar el impuesto a las ganancias que pagaban personas que están en el 10% de la población con mayores ingresos con un impuesto que se traslada a los precios de todos los productos y servicios que paga el 100% de la población”, agregó.
En cuanto al impuesto PAIS, insistió en que se aplica lo mismo que indicó respecto del impuesto al cheque: “La propuesta es reemplazar el impuesto a las ganancias con un impuesto que se traslada a los precios de todos los productos y servicios que tienen componentes y/o servicios importados y que paga el 100% de la población. Regresividad al palo en la Argentina de hoy”.
Por su parte, el CEO del Estudio Lisicki, Litvin & Asociados, César Litvin, también opinó que el impuesto a los débitos y créditos “es un gravamen distorsivo” y sostuvo que, “en cualquier proyecto de reforma fiscal, se tiene que sacar”.
Por último, el economista de Estudio Ledesma Gabriel Caamaño sumó que Massa bajó el menos malo de los impuestos coparticipables y coparticipa impuestos “superdistorsivos” que después serán más difíciles de sacar, además de seguir incrementando el déficit fiscal nacional con ambas medidas.
Con información de LA NACION y Ámbito.