Luego de conocerse los datos de la inflación de marzo y buscando saber el panorama en el futuro inmediato Inversor Digital entrevistó al licenciado en Economía, profesor de la cátedra de Macroeconomía de la UNNE y director de FNV Capital S.A., Marcelo Nievas (40).
– Conocidos los números de la inflación y la suba de tasas… ¿Cómo imaginás el escenario económico en los próximos meses? ¿Creés que se profundizará la tendencia?
– Una economía con una inflación cercana al 7%, en una dinámica inflacionaria creciente en los últimos años, te lleva a pensar que la inflación está metida dentro de la estructura de la economía. No solamente por lo que sucede en este periodo de gobierno, uno puede irse bastante hacia atrás en el tiempo y ver este mismo fenómeno.
Pensando en la trayectoria de los próximos meses y habida cuenta de que tenemos una inflación en el mundo por diferentes factores…. Principalmente por las dificultades de la logística y la suba del precio de algunos commodities, más el conflicto bélico Rusia-Ucrania que afecta los precios en todo el mundo. En Argentina eso se exacerba por una historia de corto plazo (reciente) de incapacidad para resolver los problemas centrales de la economía.
Cuando uno pone en perspectiva los momentos previos a marzo 2022, en los que Argentina tuvo picos de la tasa de inflación mensual, como ahora, en todos los casos estuvo asociado a movimientos fuertes de alguna variable (lo que llamamos shocks).
Normalmente se trata del tipo de cambio, pero lo que preocupa en esta situación es que, si bien la inflación es un fenómeno que está sucediendo en todo el mundo, no tuvimos ningún ‘shock’ de nada que pueda explicar esto. Sino que en este caso es un montón de efectos de variables que venían siendo, en teoría, controladas por el gobierno.
– ¿Podrías explicarnos cómo sucede el fenómeno inflacionario en la Argentina?
– En el caso de nuestro país hablamos de un problema estructural. Eso es, que es de largo plazo y que tiene que ver con la historia de déficits fiscales financiadas con emisión monetaria. Con una estructura de baja productividad, con inconvenientes de estabilidad en el valor de la moneda, con dificultad de administración de la economía…. Esto significa que vivimos sin planes de largo plazo, resolviendo los problemas a medida que van surgiendo. Lo que a su vez genera un horizonte de planeamiento para los que tienen que tomar decisiones de inversión de muy corto plazo.
Entonces, es imposible que la estructura económica pueda modificarse, como para pensar que resuelvas el principal problema que tiene la Argentina hoy que es la suba de precios.
Si uno mira por qué hoy tenemos 6,7%, por qué el año pasado tuvimos 50%, los porqués de la inflación en la Argentina… Básicamente porque nunca se ha tomado la decisión política de resolver el problema inflacionario como corresponde y lo que venimos viendo en los últimos años son atisbos que pasan por medidas que en ningún momento de la historia y en ningún lugar funcionaron, como los controles de precios.
Si uno mira cuáles son las divisiones que hace el Indec en las mediciones y mira el mes de marzo ve que los segmentos que más subieron son: Educación; Predas de vestir y calzados, un sector que está muy regulado por el control de importaciones; El tercero son los servicios públicos, donde se soltó el precio de los combustibles y van a venir subas importantes en materia de energía producto del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
También está el rubro de alimentos y bebidas donde hay programas como “Precios Cuidados”, que evidentemente no hacen más que ‘pisar’ los precios lo cual es igual que intentar tapar el Sol con las manos. Al pisar los datos y las subas, cuando éstos se van soltando la inercia inflacionaria se acelera tal cual lo estamos viendo ahora.
A su vez, esta suba de los precios comienza a afecta a otras variables, como lo son el tipo de cambio oficial. Entonces, el gobierno en las últimas dos semanas aceleró el ritmo al que sube el tipo de cambio oficial, que es la referencia del comercio exterior en la Argentina. Lo que hasta acá venía siendo lo que se llama un ‘ancla nominal’, o sea que frena la suba de precios hacia adentro… Comenzó a levantar esa ancla el gobierno al decidir subir la tasa a la que se acelera el tipo de cambio oficial.
Esto le agrega un condimento más a la economía argentina. Si las tarifas, que hasta acá se mantenían con subas por debajo de la inflación, dejan de ser un ancla – por el acuerdo por el FMI las tarifas van a subir un 30% -, si el tipo de cambio que hasta ahora subía por debajo de la inflación ahora empieza a subir a tasas similares a la inflación – alrededor del 4% mensual – y en el mundo tenés shocks de precios en los commodities estamos frente a un combo bastante difícil de administrar.
Normalmente lo que sucede en el último trimestre de cada año es que aumenta la cantidad de dinero que hay circulando en la economía. Después, en el primer trimestre del año siguiente el gobierno tiene la tarea de ‘absorber’ esos pesos. Si uno mira esa dinámica, el Banco Central, el Gobierno Nacional y el Tesoro, no pudieron recuperar esos pesos que se emitieron durante el último trimestre del año pasado.
Entonces, si aumentaste fuerte la cantidad de dinero circulante y encima levantaste las anclas nominales que tenías para frenar los precios, y en el mundo justo están subiendo los precios de los commodities y de la energía, el panorama para la Argentina es más complejo que para el resto de los países.
– ¿Cómo evaluás el desempeño del Banco Central?
– El Banco Central viene corriendo desde atrás esta carrera. No solamente porque tiene algunas restricciones en el acuerdo con el FMI sino porque la herramienta que tiene para tratar de contener la suba de precios y contener la disparada del tipo de cambio – por fuera del oficial – pasan por la tasa de interés. Lo que hizo el BCRA este año, desde enero hasta acá, es subir del 2 y hasta el 2,5 (suba del pasado miércoles 13 de abril). Sin embargo, la tasa de interés sigue por detrás de la inflación, que eso tiene varias implicancias… Desde lo productivo, subir 8 puntos la tasa de interés (del 38% al 46%, en promedio) en tres o cuatro meses tiene consecuencias bastante importantes en el financiamiento.
El gobierno va a tener que seguir subsidiando a las empresas, si quisiera que éstas no se vean afectadas en el ritmo en que puedan financiarse en el sistema financiero y eso obviamente genera un freno en la actividad.
Si uno mira hoy los números de la actividad económica, respecto del año 2021, venimos con meses buenos y malos en esa comparación. Contra 2020 el análisis no corresponde ya que la economía estuvo frenada por el covid.
Si penas que vas a tener una economía con mayor inflación, que te dificulta mirar hacia adelante porque el horizonte de planificar un negocio se vuelve más complicado. El costo de acceder a un capital es cada vez más alto y hay mayores controles de precios, no solo de los productos que se venden, sino también de las importaciones, el efecto en la estructura productiva seguramente que va a ser negativo.
– ¿Qué rol juegan actualmente las retenciones a las exportaciones?
Aumentar las retenciones o todas las medidas que vayan en línea con no resolver el problema de fondo del déficit fiscal por la vía del gasto y si por la vía de mayores impuestos, obviamente que eso es regresivo para la actividad económica y seguramente la va a frenar.
Desde el punto de vista de lo que uno puede esperar en los próximos meses para resolver el problema de la inflación, ninguna de las medidas que se deberían tomar son buenas noticias para la economía familiar ni de las empresas.
Tampoco son buenas desde el punto de vista político para el oficialismo porque todo lo que está sucediendo tiene impacto en el salario y eso juega a la hora de poner un voto. Así que el gobierno enfrentará, probablemente, las semanas y meses más complicados de su gestión, de cara al 2023.
– De acuerdo a tu experiencia y si de vos dependiera tomar esas decisiones… ¿Qué hay que hacer para comenzar a crecer económicamente?
– Lo principal es tener un plan. El gobierno estuvo supeditando su decisión de plan económico a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, en los términos de las restricciones del FMI y no de las necesidades de un país en el largo plazo.
En la medida en la que no tengamos un plan a saber, donde definamos que acuerdo tenemos sobre el tamaño del Estado, sobre el déficit fiscal, que prioridad va tener la producción… Mientras eso no exista Argentina va a seguir teniendo periodos buenos y malos como en las últimas cinco décadas. Falta eso primordialmente, no lo vemos hace rato, y en la medida en la que no haya un plan económico es muy difícil pensar que se puedan resolver la inflación y el resto de los problemas.
Por Marcelo López.