La sequía genera serios problemas desde hace tiempo en varias regiones del país y esto se ve reflejado con mucha fuerza en las flojas perspectivas que tienen los productores de granos, que ya hablan de una baja en las previsiones de producción. Y ahora dos sectores claves, como el de la carne y los lácteos, empiezan a dar los primeros síntomas de alerta.
La falta de lluvias también comenzó a generar inconvenientes y preocupación en estos sectores que, si las condiciones climáticas no cambian en breve, comenzarán a aparecer problemas serios con la oferta y los precios.
El sector ganadero hoy vive un momento especial. En lugar de retener a los animales, como suele ocurrir muchas veces para ir equilibrando las ventas, hoy la prioridad de buena parte de los ganaderos es “sacárselos de encima” en lugar de que mueran a raíz de la sequía.
Incluso, muchos apuran su engorde y, lo que tal vez demande un proceso de entre ocho y nueve meses, lo hacen en tres. Como consecuencia de este crecimiento de la oferta hoy los precios de la carne están planchados.

INFLACIÓN Y CONSUMO
De hecho, según el último relevamiento del Indec, los valores de estos productos subieron en promedio apenas 1% en noviembre, un movimiento muy similar al de los últimos meses.
“Además de que se viene dando ya desde hace un tiempo una caída en el consumo interno, lo que ocurre es que el poder adquisitivo también se debilitó y no se terminan convalidando algunos precios”, explicó a El Cronista Miguel Schiariti, titular de la Cámara de la Industria y Comercio de la República Argentina (Ciccra).
Lo que podría revertir buena parte de este escenario negativo es una variación en las condiciones climáticas. Si llueve y mejoran las condiciones en los suelos, los ganaderos entienden que habrá más retención de animales, por lo que la oferta debería caer. Esto, claro, impulsará un incremento en los precios.
En este sentido, y siempre teniendo en cuenta que la acumulación de agua acompañe, la expectativa es que entre abril y mayo se pueda dar una suba de precios en los mostradores de entre un 15% y un 20%, para llegar a octubre-noviembre con alzas de entre el 70% y el 100%, lo que pegaría en la inflación.
Del otro lado, si las lluvias no llegan, el gran temor de los ganaderos es que comience a bajar la oferta pero ya no por una estrategia de venta de los productores, sino por la falta de animales.
Esto también sería un duro golpe para los precios, ya que ante la menor disponibilidad de productos tenderían a crecer.
Es decir: de la sobre oferta de hoy, en pocos meses se podría pasar a una limitación.

LA SITUACIÓN DEL SECTOR LECHERO
En el sector lechero la situación también es compleja. Según afirman varios representantes del sector, la problemática ya venía siendo difícil, pero se agravó en los últimos meses producto de la sequía.
En este sentido, apuntan que “casi un 65% de los tambos se encuentra en estado de vulnerabilidad”.
Ércole Felippa, presidente del Centro de la Industria Lechera (CIL), afirmó a El Cronista que actualmente no se puede hablar de problemas de abastecimiento ni situación de alerta, aunque si las lluvias no colaboran sin dudas el panorama cambiará para mal.
Las cifras que maneja el sector sostienen que cerca del 65% de los tambos -representados por establecimientos de no más de 4000 litros de producción diaria- se encuentran en una situación complicada.
Fuente: El Cronista.