El último informe de Inclusión Financiera del BCRA difundido, trajo datos interesantes sobre varios asuntos, entre ellos, el ahorro a través del sistema financiero. Para calcular eso, el BCRA relaciona la cantidad de plazos fijos vigentes de personas humanas y la cantidad de cuentas de depósito.
A fines de 2020, dice el reporte, la métrica registró un valor de 10,5 plazos fijos cada 100 personas tenedoras de cuentas bancarias, cercano al valor de marzo de 2020. “Si bien tanto la cantidad de plazos fijos como los tenedores de cuentas bancarias registraron crecimientos de marzo a diciembre de 2020, 8,2% y 10,7%, respectivamente, la evolución del indicador refleja la reducida proporción de tenedores de cuentas bancarias que utilizan los plazos fijos como producto de ahorro”, señala la entidad. En marzo de 2019, el ratio era 12,6 plazos fijos por cuentas. “La masiva apertura de cuentas con fines transaccionales asociados a la ayuda social dio lugar a una reducción en el ratio de plazos fijos sobre tenedores de cuentas bancarias”, señaló la entidad.
El BCRA dice, a su manera, que eso no fue culpa suya. “Durante 2020 el BCRA impulsó diversas medidas tendientes a armonizar las tasas de interés de la política monetaria y a mantener rendimientos reales positivos de los ahorros en pesos”, señalan. “Complementariamente, en 2020 se lanzaron los plazos fijo UVA precancelables a partir de los 30 días (sobre un plazo total de al menos 90 días), ampliando las alternativas de ahorro en pesos a una tasa real positiva. Asimismo, el BCRA ha venido y continuará cooperando con varios gobiernos provinciales y distintos ámbitos de la administración pública nacional para promover la educación financiera en general y la aplicada al ahorro en especial”, agregaron desde Reconquista 266.
En un contexto se supercepo cambiario, el saldo de plazos fijos de personas humanas en moneda local registró un aumento anual del 9,3% en términos reales en 2020 mientras que los plazos fijos del sector privado no financiero registraron un aumento cercano al 30%, cobrando asimismo mayor dinamismo los del tipo UVA precancelable.
La tendencia se debió, también, a la capacidad de ahorro de la población, “ciertamente comprometida durante la pandemia” y “el conocimiento de las alternativas sobre los productos de ahorro en el sistema financiero”.
[TE PUEDE INTERESAR=>Creció la demanda de plazos fijos UVA]
Los umbrales que establecen las entidades para las colocaciones a plazo no son un impedimiento. Ubicados mayormente entre $500 y $1.000, ese “límite (no es) una barrera por el lado de la oferta para acceder a este instrumento de ahorro”.
¿Cómo estamos? Según la encuesta Global Findex del Banco Mundial, hay una brecha entre la población adulta que ahorra y la que ahorra en una institución financiera. A nivel mundial, los números son 48% y 27%, respectivamente. Obviamente, ambos guarismos bajan a medida que baja el nivel de ingreso de los países. En Argentina, los números (son de 2017) eran 30% y 7%, respectivamente. Ambos estaban por debajo de los niveles de los países de la categoría “ingresos bajos”, con 48% y 11%, respectivamente.
Cada 10 personas que ahorraron, ¿cuántas lo hicieron en el sistema financiero? Según la misma encuesta, el promedio global es 5,5; la cifra es 7,7 en los de “ingresos altos” y 2,3 en los de ingresos bajos. Argentina estaba en 2,4. En Argentina, dice el BCRA, “la significativa brecha entre la población adulta que ahorra y la que ahorra en una entidad financiera deja espacio para incluir más personas a los productos de ahorro del sistema financiero”. No será fácil, sin embargo. Hay alternativas muy rentables (desde las criptomonedas hasta el dólar físico) y los incentivos para invertir en las entidades, en un contexto de tasas bajas, quedan desdibujados.
“El aumento de la base de personas tenedoras de cuentas bancarias, que casi alcanza a la totalidad de la población adulta, y la creciente digitalización de los servicios financieros presentan un contexto propicio para potenciar el uso de los productos de ahorro del sistema financiero”, dice el BCRA. Sería importante lograrlo aumentar tanto la cantidad de gente que ahorra como la que lo hace en el sistema bancario (o financiero en general) para, entre otras cosas, fondear el crédito.
En un comunicado, el BCRA recordó “las opciones disponibles para ahorrar en pesos”. Actualmente, señaló, “existe una amplia serie de instrumentos que permiten obtener diversos rendimientos”. Como los plazos fijos UVA (con opción precancelable) o los plazos fijos tradicionales. Para los más sofisticados: bonos, ON o fondos.
“Con inflación de 4,8% en marzo, la Baldar rindió -22,5% TNA en términos reales. Fue la peor performance en 30 meses y acumula 8 meses en terreno negativo. Qué buen negocio hacer un plazo fijo”, dijo nadie nunca”, escribió Nery Persichini (GMA Capital). Los propios datos oficiales lo muestran. En abril, los depósitos minoristas cayeron 1,6% mensual (real). “Esto último demuestra que la tasa mínima para minoristas (37%) sigue sin ser suficiente para atraer a este segmento de los depositantes”, analizó LCG. Contra abril de 2020, apenas suben 1,9% real.
Los mayoristas, con “pesos cautivos”, subieron 3,2% mensual real. Así, los depósitos a plazo subieron 1,7% en total.
El saldo de depósitos UVA, en tanto, sumó un promedio de $20.300 millones el mes pasado, lo que significó una variación mensual cercana al 21%. En los últimos 12 meses, el incremento es mayor al 72%. Son buenos números, aunque todavía sigue siendo una opción poco elegida. “En medio de variaciones mensuales de precios altas, los depósitos UVA siguen mostrando una mejor evolución y en abril representaron el 3,5% de los plazos fijos privados totales, registro más alto desde mayo de 2020. En cuatro meses de 2021 sostuvieron incrementos reales mensuales superiores al 10%”, dijo LCG.