Pymes

Las teorías de la evolución y las pymes

Sebastián Latashen

Sebastián Latashen

Sebastián Latashen

Consultor pyme en EEUU y toda Latinoamérica, profesor en la UBA (Buenos Aires) y la UCP (Corrientes). Fue coordinador de empresas familiares y docente en la UADE.

Esta columna, amigo lector, lejos está de poder aportar algo nuevo a las teorías evolutivas de la humanidad. Más bien, intentará hacer un paralelismo entre estas y las pymes en las cuales trabajamos a diario, para poder de este modo seguir progresando nuestras prácticas en ellas y poder enfocarnos en los temas elementales de nuestras empresas, como lo son sus finanzas.

Para empezar, partamos de un dato indiscutible: los científicos coinciden en que, hace más de 30 mil años, sucedió la denominada Revolución Cognitiva. Este suceso fue el hito a partir del cual el Homo Sapiens se diferenció del resto de los seres vivos del planeta al ser capaz de aprender cosas diferentes cada día.

Pero ¿por qué sucedió esto? Existen dos teorías: la primera explica que, de manera accidental, los humanos desarrollamos mutaciones genéticas que nos permitió comunicarnos y ponernos de acuerdo entre nosotros. La segunda, más actual y con muchos adeptos, es la teoría del chisme. Esta teoría explica como el ser humano consiguió dominar a la tierra gracias a su capacidad de generar y creer en rumores y chismes.

Parece una broma, más no lo es. Los estudios determinan que, actualmente, la mayoría de las conversaciones que mantenemos los humanos contienen informaciones intangibles y poco comprobables en muchos casos.  Según esta hipótesis, esto se debe a que, además de tener un instinto de supervivencia por el cual nos convertimos en cazadores y recolectores, a nuestros ancestros les pareció más importante saber quién salía con quien en la tribu o qué integrante del grupo es honesto y cuál no.

¿Acaso no ocurre algo similar en nuestras pymes? Un ingresante, a los pocos meses de trabajar en una empresa, quizás no sepa con certeza los roles de todos sus compañeros, pero, por seguro, conocerá el prontuario amoroso de muchos, o alguna disputa pasada entre colegas, o los malos antecedentes de sus superiores. Asimismo, a todos nos tocó participar directa o indirectamente de radio pasillos, tomar una decisión importante en función a premisas incomprobables o sentirnos condicionados por una creencia sobre una persona concreta a la hora de hacer negocios.

Las teorías de la evolución y las pymes
Sebastian Latashen. Foto: Spruced Creative.

Personalmente, al hablar de este tema, de inmediato se me vinieron a la memoria cientos de historias de conflictos y climas de trabajo tóxicos generados en el interior de las pymes por situaciones de malas interpretaciones, difamaciones, teorías aceptadas sin juicio previo y comentarios al pasar.

Teniendo el dato de que 9 de cada 10 empresas mueren en los primeros 5 años, ¿Será que lo que antes fue evolutivo para el hombre, hoy está llevando a la extinción de la especie pyme?

Partamos de la base de que nuestras habilidades comunicacionales no se limitan en describir las cosas tal cuales son. Somos capaces además de transmitir información sobre elementos, valores e ideas que quizás solo existan en nuestras mentes, inundándolas de opiniones y apreciaciones.

Tengamos en claro también que no son los chismes las que causan que quiebren las empresas, sino sus finanzas. El problema es que, muchas veces, estas opiniones sesgadas tapan los indicadores numéricos esenciales para la supervivencia de la empresa.  Por lo tanto, lo que antes pudo ser un salto hacia la evolución, hoy puede ser totalmente involutivo y destructivo.

Entonces… ¿Cómo podemos utilizar en nuestras pymes estas habilidades incorporadas a lo largo de generaciones de humanos sin fracasar en el intento convirtiéndolas en un programa de espectáculos de la tarde?

Lo que te sugiero, es que seas consciente de que al chisme lo tenemos incorporado y está en nuestro instinto, no lo podemos evitar. Lo importante es saber reconocerlo, contrastarlo con la realidad, pedir argumentos, crear sistemas de comunicación fiables y confiar en nuestro equipo, a fin de evitar que los rumores y malentendidos condicionen nuestras decisiones y los resultados que obtengamos de ellas.

Finalmente, estimado empresario pyme, quisiera invitarte a seguir creando realidad, continuar plasmando en lo material aquello que aún no existe, persistir perpetuando la costumbre de relacionarnos con desconocidos y crear sentido de comunidad, lenguajes, universos y proyectos comunes.

No obstante, no te olvides que, en las empresas, a la hora de los balances, lo importante son los números.  Pues son ellos los que en verdad ponen en peligro de extinción a las pymes. Es por lo que se debe tener el mayor control posible sobre todo aquello que impide verlos y analizarlos con la objetividad y sinceridad que merecen. Sólo así seguirás conquistando y evolucionando el mundo pyme.

Inversor Digital

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