El Bitcoin asomó la barrera de los USD 50.000. Otras criptodivisas mantienen una tendencia alcista.
La semana pasada el Bitcoin asomó la barrera de los USD 50.000. La demanda se mantiene en alza pero la criptodivisa comienza a atesorarse entre los trades. De acuerdo con datos de Glassnode, publicados por Cointelegraph, el suministro líquido ha disminuido desde mediados de junio de 2020.
Algunas corporaciones salieron a la búsqueda de BTC, como Cointerpoint Global, subsidiaria de Morgan Stanley. De acuerdo con una publicación de Bloomberg, la firma evalúa al Bitcoin como una opción para los inversores. Los más optimistas consideran que su valor podría estar infravalorado.
Para el fundador de la red de ATMs para operar en criptomonedas, Brandon Mintz, la criptodivisa más valorada del mercado podría alcanzar los USD 100.000 este año. Aunque hay excepticismo debido a la energía que demanda las computadoras conectadas para tales transacciones.
Actualmente, el valor de la principal cripto se posiciona en unos USD 870.000 millones. De acuerdo con las proyecciones de Mintz, publicadas por Infobae, éste podría expandirse hasta alcanzar el valor del mercado mundial del oro, de unos USD 12 billones. Para el accionista de Bitcoin Depot, es posible que en 10 años las cotizaciones puedan realizarse en efectivo, bonos y criptomonedas.
Otras
De acuerdo con Cointelegraph, el Monero (XMR) subió por encima de los USD 190 el pasado 12 de febrero y reanudó su tendencia alcista. Tezos (XTZ) superó su máximo histórico de USD 4.4936 el pasado viernes. Ahora alcanzó los USD 5.6471.
En el caso de EOS salió de la formación de suelo largo. Ahora comenzó una tendencia alcista cuando alcanzó los USD 3.95 el 9 de febrero. La altcoin tomó impulso y los alcistas empujaron el precio por encima de la resistencia de USD 5.4861 el 13 de febrero.
Por su parte, Ethereum secundó a Bitcoin en alcance en el mercado, cuya participación alcanza un 15%. Su capitalización pasó de los USD 24.000 a los USD 150.000 millones, con un crecimiento seis veces mayor en 2020, según publicó Ámbito. Se trata, más que de una cripto, de un token.