Tal como sugerían gran parte de los indicadores adelantados y sectoriales, la actividad volvió a caer en mayo.
En concreto, el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) que realiza el INDEC marcó una contracción de 2,0% m/m s.e., ubicándose un 4,0% s.e. por debajo de sus niveles pre-crisis. Así, la actividad se ubica un 2,7% s.e. por debajo de su nivel de enero (ayudada por las correcciones en los datos de marzo y abril). El avance de 13,6% a/a se explica nuevamente por la base de comparación con la etapa de cuarentena dura de 2020.
Realizando una desestacionalización propia, se destaca que los sectores productores de servicios se contrajeron más que los productores de bienes, algo esperable considerando las restricciones a la circulación. Así, Hoteles y Restaurantes cayó 12,0% m/m s.e. mientras que el Comercio y Transporte y Comunicaciones se contrajeron 7,0% m/m s.e. y 5,6% m/m s.e., respectivamente. Por su parte, sectores que venían apuntalando la actividad como la Construcción y la Industria se contrajeron 15,1% m/m s.e. y 3,7% m/m s.e., respectivamente.
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Los datos preliminares para junio muestran señales mixtas y sugieren que en caso de que la economía hubiera caído también ese mes, lo habría hecho a un ritmo menor que en mayo, algo que tiene sentido considerando las menores restricciones a la circulación en junio.
Estimamos que la actividad habría caído 1,7% t/t s.e. en el 2T21 pero que podría experimentar un avance en lo que resta del año producto de una aceleración en el ritmo de vacunación que implicaría una mejora en el plano sanitario, llevando a relajar aún más las restricciones e impulsando a más sectores a normalizar sus operaciones. Proyectamos para 2021 un avance de 6,5% en el PBI real.
Fuente: SBS Research / Juan Manuel Franco