En el segundo trimestre los trabajadores se llevaron apenas el 40% de la riqueza generada en el país, el porcentaje más bajo de toda la serie iniciada en 2016. El excedente empresario subió 10 puntos en tres meses. El empleo subió de la mano del sector informal.
La participación asalariada en la generación del ingreso nacional cayó fuerte en el segundo trimestre de este año, tanto en la comparación interanual como en relación a los primeros tres meses, al marcar un piso histórico del 40%, el menor desde que comenzó la serie en 2016. Bien lejos del “fifty-fifty” peronista, se trata de un porcentaje al que no había llegado con la cuarentena dura ni con las corridas cambiarias del macrismo iniciadas en 2018.
Según un informe del Indec dado a conocer este martes, el dato equivale a una baja de 5,7 puntos porcentuales en relación al primer trimestre de 2021 y casi 10 puntos menos frente al que había marcado entre abril y junio del año pasado. Mientras tanto, las ganancias empresarias no pararon de agrandarse: llegaron a casi el 51%, lo que equivale a un alza trimestral de 10 puntos y de 4 puntos en la comparación interanual.
Para los expertos, este fenómeno de regresión en la distribución del ingreso a pesar del crecimiento que tuvo la economía se debe, por un lado, a un incremento en la productividad y por el otro, a un esquema que no “genera derrame” aunque la mayoría de las actividades se encontraban abiertas.
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De hecho, en plena segunda ola que obligó a imponer nuevas restricciones a la circulación, las horas efectivamente trabajadas anualizadas durante ese lapso sumaron 30.757 millones, un volumen mayor al de la prepandemia. Esto representó un incremento del 50,1% en comparación al período de cuarentena total, pero el mayor salto se observó en las de los no asalariados (+65%) y asalariados no registrados (+63,1%), más allá de que en ambos casos el nivel no alcanzó el que tenía previo a la irrupción del coronavirus.
“Las cifras reflejan un aumento de la productividad porque la actividad económica crece más que el empleo y el salario”, consideró Hernán Letcher, del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
En tanto, para el director del Banco Nación, Claudio Lozano, las cifras oficiales muestran “que los precios han sido el claro mecanismo para redistribuir el ingreso” en contra de los asalariados, “una de las razones de la derrota electoral”.
“Los ingresos del crecimiento se han concentrado en las capas más altas y se optó por una salida exportadora porque el 70% del PBI es consumo local, que está estancado”, ante un poder adquisitivo que no logra ganarle a la inflación, añadió.
A su vez, la dinámica del mercado de trabajo muestra signos preocupantes: los puestos asalariados registrados aumentaron apenas 1,6%, mientras que los no registrados avanzaron 42% y los no asalariados, un 40,1%.
Fuente: BAE Negocios
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