Tiene 26 años, vive en Barranqueras y se convirtió en un experto en criptomonedas, que está generando una revolución tecnológica y financiera. Participó entre expositores nacionales e internacionales del Crypto Day 2021, organizado por la asociación de Blockchain de Corrientes el pasado 11 de diciembre en la ciudad capital de esta provincia.
En diálogo con INVERSOR DIGITAL, relata cómo llegó al mundo cripto. Joy Koloff tiene 26 años, creó Bitcash.ar, estudia diseño gráfico y vive en Barranqueras. En 2016 descubrió el mundo de las criptomonedas y desde ahí no paró. Su inmersión en lo que él denomina “una revolución” fue total. Comenzó comprando algunas bitcoins y ahora se dedica a la minería de criptomonedas desde su casa en la localidad chaqueña.
“Yo conocí Bitcoin a fines del 2016. En ese momento costaba 800 dólares cada bitcoin”, cuenta Koloff en declaraciones a INVERSOR DIGITAL.
“Lo conocí en mi casa porque había un muchacho que era compañero de mi hermana que estaba aprendiendo operaciones financieras a través del trading. Ya había escuchado del trading pero yo soy más del background o de la parte informática. Todo lo digital, no tanto lo financiero”, comenta.
“Obviamente, el mundo Bitcoin llevó a que me atraiga bastante lo financiero y darme cuenta que aprendía indirectamente por mis padres y mi familia sobre las finanzas. En la clase que miraba por internet este amigo de mi hermana, mientras estaban hablando de mercados mencionan, la palabra que me atrajo mucho: criptomonedas”, recuerda.
“Ahora soy un apasionado pleno de lo que es Bitcoin. Soy lo que se conoce como bitcoiner, una persona que cree plenamente en el proyecto de Bitcoin y su tecnología. Y que cree que el Bitcoin va a ser utilizado como método de pago. Lo demuestran tecnologías que se van adaptando a Bitcoin para que sea un medio de pago. Que yo pueda venir acá (por el bar en el que hicimos la nota) y pagar un jugo. Antes eso no se podía porque recién había nacido”, señala.
“En 2016 me pasé una semana investigando y lo primero que hice fue juntar dinero y decir: ‘Tengo que comprar Bitcoin’. Ya me había unido a un grupo de telegram de Colombia donde hablaban de trading y criptomonedas pero lo que me sorprendía era que no vendían ningún producto. Ellos ofrecían ser mentores de trading pero a mí no me interesaba el trading. A mí me interesaba entender qué eran las criptomonedas. Entonces mandé un mensaje al grupo preguntando cómo podía tener Bitcoins y una persona de Colombia me dice: ‘Yo te puedo transferir los Bitcoins y vos me mandás saldo por Pay Pal. Ahí tuve que buscar a un amigo con Pay Pal. Le pagué a esta persona y él me envió la primera fracción de Bitcoin. Después compré por Mercado Libre en ese momento se vendían Bitcoins por ahí . Recién estaban abriendo las casas de cambio y bancos Bitcoin digitales. Después me creé una cuenta en Ripio. Lo interesante de eso era que no podías depositar tus pesos para cambiarlos a través de cuenta bancaria, sino que lo tenías que hacer el depósito a través de Pago Fácil o Rapi Pago. Cuando te ibas, la gente no entendía lo que era. Cambiaba mis pesos para comprar fracciones de Bitcoin. Así fui ahorrando”, relata.
“En 2017 se conozco la ONG la Bitcoin Argentina, un ente sin fines de lucro, y a Rodolfo Andragnes uno de sus fundadores, ese mismo año se realiza LaBitConf(Conferencia Latinoamericana de Bitcoin y Blockchain) y yo la veo online. Donde veo a distintos personajes Bitcoiners que ahora son mis amigos. Yo me sentía muy nuevo. Empecé a hacer cursos, capacitaciones y mentorias que se hacían en Buenos Aires, siempre con apoyo de una ONG Bitcoin Argentina”, detalla.
Yo me sentía que era parte de una revolución, como fue la del chip, de las computadoras, de internet y las redes sociales. Sentía que estaba siendo parte de algo” Joy Koloff
“Después en 2018, se armó la ‘Bitcoineta’ que es una camioneta que viaja por el país difundiendo Bitcoin como tecnología descentralizada. Yo vi eso y digo: ‘Quiero subirme a esta camioneta para difundir el bitcoin por Argentina’. Creo que eso fue uno de los que más me impulsó en este ecosistema. Primero era por el norte argentino, hicimos el interior de Corrientes, interior de Entre Ríos. Todo de manera colaborativa. A mí no me pagaban nada”, aclara “lo hacía por amor a esta tecnología”.
“En ese momento, yo ahorraba en cripto y ya estaba decidido en hacer algo, buscar la manera de generar un ingreso y vivir del mundo del mundo de las criptomonedas. Estamos hablando que el bitcoin pasó de 800 dólares en 2016 a 19 mil dólares en 2017. Después de ahí pega la bajada. En 2018, comencé sobre el curso sobre legalidad del mundo cripto. Ahí estaba en 10 mil dólares”, cuenta.
Fue en 2018 cuando se animó a minar criptomonedas. “Habíamos probado minar Bitcoins con una máquina. Pero no considero que miné Bitcoins porque en ese momento entendía que funcionaba, pero para ser minero hay que entenderlo a fondo. En ese momento compramos una máquina vieja y aprendimos. Era minería pero no una minería para decir estamos sacando cálculos para sacar ganancias o ser un minero real, por decirlo así”, sostiene.
“Después tenía mi propia GPU donde minaba un poco de Ethereum. Y ahí en el lapso de ese año conozco a un minero que da en Córdoba una charla de minería. Tenía el capital para comprar porque tenía Bitcoins pero no me animaba a armar, me preguntaba qué pasaba si salía mal. Él explicó de manera matemática la exponencialidad de la minería y cómo una máquina no solamente tiene una durabilidad de un año… tenía que comprar un minero de Bitcoin, me tenía que llegar de China, tenía que pagar impuestos pero no sabía cuánto me iba a durar la máquina. En ese momento estaban 2.000 dólares cada máquina”, cuenta.
“Este minero vendía máquinas pero de Ethereum de minería de GPU y me ofreció venderme una. Me dijo que en un año recuperaba la inversión. Le pagué en cripto, me mandó la factura y las especificaciones. Y me mandó por vía cargo. Es la filosofía de la confianza. No dudé ni un segundo”, asegura.
“Yo con esto estoy aportando a la descentralización de una moneda. A que la gente confíe más porque es más descentralizado, más distribuido, más abierto, más personas que tienen poder de decisión dentro de esta red. En este caso, de Ethereum. Inclusive Bitcoin necesita eso. En su momento había mucha centralización en China de la minería”, comenta.
“Yo me sentía que era parte de una revolución, como fue la del chip, de las computadoras, de internet y las redes sociales. Sentía que estaba siendo parte de algo”, destaca.
Y confía una anécdota: “Yo en algún momento regalaba Bitcoin. Regalaba un dólar, cinco dólares. Hasta que un amigo me dijo: “No tenés que regalar, porque eso le quita valor si no te lo ganás”, nos cuenta con verdadera pasión sobre lo que hace y como se transformó en un emprendedor a los 16 años.
Desde allí fue creciendo hasta crear Bitcash, su empresa de minería y desde donde también difunde el mundo de las criptomonedas.
Un joven autodidacta que fue a fondo en lo que creía y hoy comparte panel con importantes disertantes nacionales, incluso latinoamericanos. Un gran ejemplo a difundir, no solo en cuanto a las criptmonedas, sino para todos los jóvenes para que replique en ellos el espíritu emprendedor que genere crecimiento y desarrollo.