Una familia del área del Gran Resistencia y del centro de la provincia para no ser consideradas pobres en el mes de octubre debió tener 45.915 pesos en los bolsillos para llenar a Canasta Básica Total. En tanto que para no sumarse a las filas de la indigencia debió tener ingresos por 18.114 sólo para los alimentos.
La nueva escalada de precios que redujo una vez más el poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores, empujó a un número no determinado de familias de la provincia del Chaco a transitar los caminos de la pobreza y de la indigencia, según los datos por el Índice Barrial de Precios que elaboró el Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana durante el mes de octubre.
“Una familia de cuatro integrantes necesitó $45.915 para no estar bajo la línea de la pobreza, es decir que hubo un aumento del 3,76% respecto al mes anterior. La Canasta Básica Total ya lleva un incremento anual del 36,69%”, explicó Patricia Lezcano, directora del ISEPCI.
El relevamiento mensual de precios se realiza en comercios del Gran Resistencia y en la localidad de Sáenz Peña, mes a mes arrojan datos sobre el aumento de productos y alimentos.
En lo que respecta a la Canasta Básica de Alimentos, es decir, al ingreso mínimo que debería tener una familia para no encontrarse bajo la línea de indigencia, Lezcano informó que “la CBA tuvo un incremento del 4,60% respecto a septiembre, es decir que una familia necesitó $18.514 para adquirir los alimentos indispensables, se muestra una variación anual de 38,34%. Y si comparamos los precios respecto al año pasado, la Canasta Básica Total tuvo un acumulado de 48,95% y la CBA un incremento de 50,76%”.
Además, explicó que “el rubro verdulería es el sector de alimentos que demuestra más incrementos, en el último mes tuvo un aumento del 15,81%. Esto es una variación importante, ya que las frutas y verduras representan alimentos indispensables para garantizar una alimentación equilibrada. Es muy difícil para muchísimas familias acceder a comidas que completas y que nutran”.
Las verduras que más incrementaron, respecto al año anterior, fueron: el tomate (200%), la papa (100%), la zanahoria (133.33%), la acelga (66%). Y las frutas fueron: la manzana (75%), la pera (100%), la banana (100%).