Por pagos del sector público, la dificultad para acumular reservas se sostiene incluso cuando el mercado de divisas permite la compra de dólares.
Las dificultades para acumular reservas perseveran para el Banco Central incluso cuando el control de importaciones y la liquidación de la cosecha fina le permiten tener saldos positivos en el mercado único libre de cambios.
De acuerdo a estimaciones del mercado, en la primera quincena de enero la autoridad monetaria no tuvo una sola rueda vendedora y acumuló compras por unos 210 millones de dólares.
Sin embargo, las reservas internacionales cayeron en igual período unos 530 millones de dólares de acuerdo a datos provisorios del mismo Banco Central.
Confirmados, hasta el 10 de enero, el Banco Central llevaba perdidos 491 millones de dólares. Es que a pesar de haber acumulado compras por 180 millones de dólares, el sector público le había demandado 22 millones para pagos a organismos internacionales y 700 millones para otras operaciones. En tanto, por otras operaciones se habían ido 66 millones de dólares, mientras que por la constitución de encajes de privados se incrementaron en 177 millones de dólares conforme a los requisitos de efectivo mínimo de la entidad.
Si se confirma que, por “La Niña”, el agro termina 2022 liquidando 5.000 millones de dólares menos que en 2021 es posible que los 9.000 millones de dólares de superávit comercial proyectado por el mercado para este año se reduzcan a la mitad. Esto supondría una dificultad adicional para el Banco Central para seguir comprando reservas. Es que, como explica el especialista en comercio exterior, Marcelo Elizondo Argentina solo es superavitaria en el comercio de bienes, no así en el de servicios.
Si en un año con ingresos extraordinarios como el 2021 -con 4.900 millones de dólares de DEGs y 5.000 millones por sobre las proyecciones provenientes del agro- el Banco Central cerró el año perdiendo reservas brutas, para 2022 el panorama luce más desafiante incluso si, a diferencia del año pasado, no destina más de 2.600 millones de dólares a controlar la brecha cambiaria.