El presidente de CAMARCO advirtió en la convención anual de la institución que “el sector atraviesa una gravísima situación económica, producto de la paralización total, salvo alguna excepción”. El titular de la delegación Corrientes acentuó: “Para las empresas es insostenible”.
Frente a un profundo parate de más de medio año, el sector de la construcción volvió a encender las alertas en el país por la profundización de una crisis producto de esa situación de estancamiento.
Si bien el Gobierno nacional intenta con las provincias reactivar las obras públicas más avanzadas en su ejecución, muchos de los proyectos quedarán en stand by. Y por eso, lo más preocupante en este escenario es para el sector la falta de horizonte para un urgente despegue de la actividad.
La preocupación del sector se dio en las palabras del presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), Gustavo Weiss, quien este martes inauguró la tradicional Convención Anual de la institución.
En sus palabras de apertura, Weiss advirtió que “el sector atraviesa una gravísima situación económica, producto de la paralización total, salvo alguna excepción, de la obra pública nacional que ha afectado severamente el empleo y ha puesto en peligro la continuidad misma de las empresas”.
En este sentido, agregó que hay “una caída de 100.000 puestos de trabajos directos. Cada puesto directo genera uno indirecto, por lo que hay en riesgo un número importante de puestos de trabajos”, planteó y remarcó a continuación que “existen alrededor de 3.500 obras públicas nacionales paralizadas, muchas no han recibido ningún pago desde noviembre pasado y no tienen perspectiva de solución a los aspectos contractuales pendientes ni acerca de un eventual reinicio”.
Fue en ese marco en que el secretario de Obras Públicas de la Nación, Luis Giovine, anticipó que el Gobierno solo continuará el 15% de los proyectos pendientes con fondos propios; mientras que habrá unos 2.000 que serán discontinuados, postergados sin fecha precisa o transferidos a las provincias.
Alerta en Corrientes
Uno de los asistentes a la convención de CAMARCO en representación de Corrientes fue el titular de la delegación local de la entidad empresarial, Gustavo Rosello. “No se puede aguantar más”, resaltó el dirigente correntino en declaraciones a época.
“Lo grave de esto es que no hay expectativas positivas y se plantea básicamente que Nación, en cada una de las reparticiones, está firmando convenio con las provincias para trasladar las obras con sus deudas y compromisos. Es decir, no las seguiría y las provincias las tomarán algunas, otras no”, explicó Rosello.
Al respecto, indicó que los funcionarios nacionales que asistieron a la convención de CAMARCO, además de Weiss, el propio ministro de Economía, Luis Caputo (bajo cuya órbita está la obra pública nacional), fueron claros en señalar que “una importante cantidad de obras serán dadas de bajas y otras tantas se trasladarán a las provincias. Serán pocas, muy pocas, y creo que en Corrientes hay dos, pero aún no está cerrado el convenio que firmará Corrientes con Nación”.
El dirigente correntino continuó su explicación señalando que “esto significa para las provincias que se les generará una inversión no prevista. Y lo que está claro es que el Estado no continuará con ellas”, insistió.
Rosello también coincidió en que en la actualidad el sector está peor que a principios de año. “Las empresas vienen aguantado deudas de certificados: los últimos se pagaron en octubre”, indicó y agregó: “Muchas de las obras que tuvieron continuidad no pudieron cobrarse; la mayoría tiene redeterminaciones de precios, y que no se pueden cobrar: con esta inflación que hubo quedó todo muy desvalorizado”, acentuó.
Asimismo, remarcó que “realmente es preocupante la situación para las empresas porque están sin horizontes. Porque no se habla en nada de obras para delante a nivel nacional: está clarísimo que la decisión de Nación es no invertir. Solo las provincias y los municipio invertirán en obras públicas”.
El titular de CAMARCO Corrientes también señaló que si las obras nacionales (sea cuál fuere) se reactivaran en lo inmediato, “la situación, en absoluto, cambiaría mucho” y “lo que puede suceder es que algunos trabajos, los provinciales, se los reactiven con fondos propios, algunos muy necesarias. Pero la reactivación no será para nada similar a la detención que hubo”, clarificó.
No va a suceder: las viviendas del PROCREAR no tienen visos de continuidad, por lo pronto son dos grupos y en el caso de las obras de ENOHSA (Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento) sucede una situación similar”, dijo Rosello y a continuación indicó: “De las 700 obras que tiene Nación, quedarían 109, dos de ellas en Corrientes. Realmente es muy poco”, insistió.
PYME complicadas
En otro tramo de la entrevista con época, el dirigente de CAMARCO fue contundente en cuanto al impacto de la crisis en las empresas del sector, PYME en su mayoría. “No se puede aguantar más”, alertó.
En esta línea, indicó que “todas están sosteniendo serenos, seguros, obradores y las obras que están paradas. Es insostenible”, acentuó.
“Para las empresas es insostenible. Las últimas decisiones van a hacer que muchas de ellas directamente pidan una solución inmediata, porque no se puede continuar de esta manera”, concluyó.
