Enero no fue un mes sencillo para las criptos. El Bitcoin se mantiene por debajo de las US$ 40.000.
El 2022 comenzó complicado para las criptomonedas. En el caso de la líder del mercado, Bitcoin, no logra recuperarse del bajón que sufre desde el año pasado, cuando alcanzó un máximo de US$ 69.000. Hoy se mantiene por debajo de los US$ 40.000 y sin signo de un rally alcista.
Sin embargo, qué pasó con las demás criptomonedas durante enero:
Solana (SOL)
Solana es una blockchain de capa 1 (Layer 1) cuyo objetivo se centra en impulsar a las aplicaciones de nueva generación a conseguir una mayor escalabilidad y a hacerlas accesibles para todo el mundo. Utiliza el protocolo PoH, a través del cual la red crea una marca de tiempo dejando un registro de todos los eventos. Entre sus características más destacadas son: su rapidez transaccional, más transacciones por segundo, bajo costo por transacción, descentralización y escala global. Pese a los beneficios y al repunte en el 2021, fue la primera criptomoneda con peor rendimiento (-44,6%).
Terra (LUNA):
Es un proyecto blockchain desarrollado por Terraform Labs, que busca el acceso fácil a la creación de criptomonedas estables, es decir, que no varían de precio (stablecoins) y cuyo precio está anclado al de divisas conocidas como el dólar. Su token nativo, LUNA está entre los que más han crecido en 2021 pero no ha comenzado el 2022 con el pie derecho. En enero, se convirtió en la segunda criptomoneda con peor rendimiento (-43,6%).
Avalanche (AVAX)
Avalanche es una plataforma de contratos inteligentes abierta y programable para aplicaciones descentralizadas. Al igual que Cardano (ADA) y Solana (SOL), entre otras, Avalanche tiene como objetivo competir con la blockchain de Ethereum para el desarrollo de smart contracts. Sin embargo, a diferencia de las dos blockchains citadas, Avalanche tiene la ventaja de su compatibilidad con la Ethereum Virtual Machine (EVM). Es decir, la Blockchain de Avalanche puede acoger las aplicaciones desarrolladas en Ethereum, pero con más ventajas. En enero, se convirtió en la tercera criptomoneda con peor rendimiento (-38,4%).
Polkadot (DOT)
Polkadot es un mecanismo de retransmisión que facilita las transacciones autenticadas de una cadena de bloques a otra. Proporciona seguridad compartida que es igual para todos los miembros, independientemente del protocolo que utilicen. En este caso, una de las criptomonedas con mayor crecimiento el año pasado, cosechó un rendimiento negativo del (-31,4%)
Ethereum
Ethereum funciona como una plataforma de código abierto basada en la tecnología blockchain. Este blockchain se aloja en muchos ordenadores del mundo, por lo que está descentralizado. El blockchain de ethereum es similar al del bitcoin en el sentido de que funciona también como registro del historial de transacciones. La segunda criptomoneda de capitalización de mercado cerró enero con rendimiento negativo (-28,7%).
Binance Coin (BNB)
Binance Coin es la criptomoneda oficial del criptoexchange o casa de cambio Binance. La criptomoneda se basa en la cadena de bloques de Ethereum y funciona de forma similar. La moneda nació para soportar transacciones dentro de su propia plataforma Binance por lo que no se pueden adquirir en otras plataformas. La criptomoneda se ubica en el top 10 y al igual que sus pares, cerró con rendimiento negativo (-27%).
Cardano (ADA)
Cardano, por sus cualidades parecía ser una alternativa razonable para aquellos que querían invertir en criptomonedas. Es una alternativa viable a Bitcoin y Ethereum. Uno de los motivos por los cuales se presenta como alternativa fue por el alto rendimiento que logró cosechar en el 2022. Sin embargo, pese a una suba inicial del 10% a comienzos del 2022,cerró enero en terreno negativo (-22,4%).