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Cómo fue el debut de la nueva tasa y por qué el mercado descuenta que habrá más subas

En el debut de la nueva tasa del 47%, el Central adjudicó este martes $ 392.026 millones en Leliq a 28 días y Notaliq, frente a vencimientos por $ 243.095 millones. Pero una vez más, debió declarar desierta la licitación de las Letras de Liquidez a seis meses.


La dinámica se repite. Desde que comenzó el año el Banco Central (BCRA) viene subiendo la tasa de interés buscando otorgar rendimientos reales positivos. Pero las cuatro subas convalidadas en 2022, a razón de una por mes y en las que el rendimiento de la Leliq acumula un incremento de 900 puntos básicos, parecen todavía insuficientes.

En el debut de la nueva tasa de interés del 47% dispuestas la semana pasada, el Central adjudicó este martes $ 392.026 millones en Letras de Liquidez (‘Leliq’) a 28 días y Notas de Liquidez (‘Notaliq’) a 183 días. Frente a vencimientos por $ 243.095 millones, las transacciones del instrumento más corto sumaron $ 368.456 millones mientras que las Notaliq capturaron $ 23.570 millones.

Sin embargo, una vez más el BCRA no encontró demanda para las Leliq a seis meses. Por séptima semana consecutiva, la autoridad monetaria debió declarar desierta la licitación por los instrumentos de tasa fija a seis meses, lo que refleja que el mercado espera más subas de tasas en ese período.

Esta expectativa se da pese a que, con la última suba, la Tasa Efectiva Anual (TEA) llegó al 58,7% y a que desde la entidad dicen que esperan que la inflación comience a desacelerarse gradualmente a partir de abril y mayo. “Los indicadores de alta frecuencia que monitorea el Banco Central ya han comenzado a dar cuenta de una desaceleración de los precios en lo que va del corriente mes”, habían expresado fuentes del BCRA la semana última.

“El BCRA continuará monitoreando la evolución de los precios y evaluará revertir el sesgo de la política monetaria en cuanto se consolide un sendero decreciente de la tasa de inflación“, agregaron.

Pero la nula demanda por Leliq a seis meses y el mayor apetito por las Notaliq implican que el mercado descree que esa TEA del 58,7% pueda tornarse positiva en términos reales el corto plazo. Es decir, pone en duda que el Central pueda domar a la inflación e iniciar esa reversión del sesgo de la política monetaria.

De lo contrario, a las entidades les hubiera convenido apostar por la tasa fija que ofrecen las Leliq “largas”. Es que tal como explicaron desde el propio BCRA cuando fueron introducidas las Notaliq, a mediados de febrero, si una entidad cree que en los seis meses siguientes va a haber suba de tasas, le conviene posicionarse en las Notaliq. Si por el contrario, cree que habrá una reducción, le conviene la tasa fija a 180 días.

Adrián Yarde Buller, economista de Facimex Valores, explica que la última suba de tasas buscó darle aire a la política cambiaria en un contexto en el cual el BCRA necesita acelerar la tasa de devaluación para acumular reservas. “El BCRA está fijando las tasas con la mirada puesta en el frente cambiario y con el objetivo único de evitar que los exportadores e importadores se apalanquen para postergar la liquidación de exportaciones o adelantar importaciones. La tasa de interés va a seguir estando por encima de la devaluación y por debajo de la inflación”, analizó.

¿UNA BOLA DE NIEVE QUE NO ES TAL?

Tras el resultado de la licitación de este martes, el stock de Leliq se incrementó en otros $ 125.439 millones, por lo que superará los $ 4,7 billones. De esta manera, las Letras de Liquidez y Notaliq en manos de los bancos ya acumulan un incremento superior al 150% desde que empezó el año, dado que el stock era de $ 1,83 billones al cierre de 2021.

Parte de ese incremento se explica, en buena medida, por una migración del stock de pases pasivos y la eliminación de los pases a siete días. Tras el cambio de normativa que se introdujo en enero, que modificó las tenencias de Leliq permitidas en función de los depósitos captados por cada entidad, las tenencias de los pases pasivos se redujeron en un 83,5% al pasar de $ 2,89 billones el 30 de diciembre de 2021 a $ 475.989 millones el 18 de abril, último dato disponible en la web del BCRA.

Pese a ello, Sebastián Menescaldi, director de Eco Go, marca que “no hay una bola creciente de Leliq“. Es que según explica, “en los hechos los pasivos remunerados a precios de hoy bajan levemente”.

Incluso, el economista aporta un gráfico en el que puede verse con nitidez que la evolución de los pasivos remunerados en este 2022, en términos reales, no solo están decreciendo, sino que incluso es la menor para los últimos ocho años.

Fuente: Cronista.

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