En este nuevo escenario, los prestatarios, empezando por Estados Unidos, podrían enfrentarse a la necesidad de pagar más por una oferta decreciente de exceso de efectivo.
La era de la abundancia global de ahorro se encuentra en su ocaso. Un escenario donde las tasas de interés a largo plazo podrían experimentar un aumento a nivel mundial se vislumbra como consecuencia. Entre los factores que contribuyen a esta transformación se encuentran una población envejecida, los desafíos económicos de China y la creciente fragmentación de la economía global, todos ellos amenazando el excedente de ahorro que el expresidente de la Fed identificó hace aproximadamente dos décadas.
El ahorro: ¿un problema para la economía?
En 2005, Ben Bernanke señaló que el mundo estaba inundado de ahorros debido a las estrategias de acumulación de reservas de moneda extranjera por parte de China y otros mercados emergentes. Sin embargo, datos recopilados por distintos expertos sugieren que este excedente alcanzó su punto máximo hace algunos años y que su impacto se vio enmascarado por las políticas laxas adoptadas por la Reserva Federal y otros bancos centrales tras la crisis financiera de 2007-2009, así como por la respuesta a la pandemia.
China, como principal proveedor de ahorro global, también podría ver disminuir su papel a medida que enfrenta presiones comerciales y tecnológicas por parte de Estados Unidos. El FMI proyecta una disminución de los ahorros de China en relación con su PIB, lo que podría afectar significativamente la oferta global de ahorro.
En este escenario de escasez de ahorro, la coordinación entre políticas fiscales y monetarias se vuelve crucial. Mario Draghi aboga por una mayor colaboración, especialmente ante la posibilidad de una competencia intensificada por ahorros limitados.
En un mundo donde los gobiernos buscan financiar ambiciosos programas, como la transición hacia emisiones netas de carbono cero, y los bancos centrales permanecen alerta ante el riesgo de inflación, la necesidad de una coordinación mejorada se convierte en un imperativo para enfrentar los desafíos económicos que se avecinan.
Fuente: Ámbito.