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Bodegas en alerta: siguen faltando botellas para vino y las que hay son 50% más caras

Cattorini Hermanos, una de las cristalerías que maneja más del 50% del mercado acumula un incremento del 50% en lo que va del año, sin embargo hay poco stock. Desde el sector aseguran que se traducirá en fuertes aumentos para el consumidor final.


El faltante de botellas parece estar lejos de solucionarse para la industria bodeguera. El sector se prepara para comenzar a fraccionar el vino de la cosecha 2022. Pero, todavía, no se sabe si el stock de botellas en el país será el suficiente. Mientras que a las bodegas se les dijo que, a partir de abril, se normalizaría el abastecimiento -afectado el año pasado por un incendio en una de las dos grandes fabricantes nacionales-, las proveedoras locales de envases ya les aplicaron aumento del 30% al 50% en sus listas de precios.

Cattorini Hermanos anunció subas en los precios de las botellas. En febrero, fue del 5% y, ahora, un incremento que llega al 45%, según el tipo de envase“,  reconoce Milton Kuret, director ejecutivo de Bodegas de Argentina, la principal cámara del sector, integrada por 250 bodegas que constituyen más del 70% del mercado interno y el 90% de las exportaciones de vinos fraccionados del país.

“Lo que sucede es que las cristalerías trabajan al límite porque la industria requiere mucha inversión y no están dispuestas a hacerla por miedo a que les sobre capacidad. Muchas bodegas trajeron botellas del exterior. Pero, también, hay escasez a nivel mundial”, agrega un ejecutivo de una de las principales bodegas del mercado local.

En la industria vitivinícola, Cattorini produce aproximadamente el 60% del total de botellas para vinos. Verallia tiene el 35% del mercado y Cristalerías Rosario, el 5% restante. El 75% de lo que se produce en el país es para mercado interno. El resto se exporta.

El faltante de botellas comenzó a sentirse en enero de 2021. Pero se agravó en septiembre, cuando un incendio se registró en la fábrica de Verallia, en Mendoza, que aportaba casi la mitad de las botellas al mercado.

Y, si bien, Cattorini Hermanos, responsable de la otra mitad de la demanda local, sumó un horno adicional para ampliar la fabricación de botellas, la falta de envases sigue afectando a todas las bodegas, desde las grandes hasta las chicas.

“El tema es complejo y a todas las bodegas nos afecta de una forma diferente. Por ejemplo, muy pequeñas compraban a través de aquellas más grandes, que dejaron de vender. Las bodegas muy grandes tuvieron, obviamente, un quiebre muy importante. Sobre todo, en los meses de diciembre a febrero. Y las intermedias han sufrido menos”, ejemplifica Pedro Soraire, director de Exportación de Bodega Malma, firma familiar de San Patricio del Cañar, Neuquén.

Pero no solo Cattorini incrementó los precios. Verallia ya sumó tres aumentos, que acumulan más de un 30% de suba en lo que va del año. “Ya nos anunciaron una nueva alza del 10% en un mes“, explica Eduardo López, presidente de Bodegas López, una empresa familiar centenaria que produce más de 9 millones de litros al año.

“Hay un problema grande que tienen las cristalerías. A la hora de producir, hay dos insumos que utilizan: el gas, que tuvo un incremento considerable, y la soda Solvay, que, prácticamente, se ha dejado de producir en el país. Esto genera aumentos fuertes en lo que respecta a las botellas”, explica José Alberto Zuccardi, presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) y dueño de la bodega homónima.

Sin embargo asegura que “el abastecimiento de botellas debería empezar a normalizarse el próximo mes” aunque reconoce que hay modelos que ya no se consiguen y, en su caso, ya debió sustituir.

AUMENTO DE PRECIOS

Hoy, la demanda de botellas está disminuyendo por la caída de los números del sector. “Las exportaciones de embotellados a marzo cayeron de forma acumulada un 4,4% y el mercado local a acumula hasta febrero una baja del 5,1%. Siempre hablando de embotellados, estamos con una disminución del orden del 5% versus 2021“, explica Kuret.

Eso significa un fuerte contraste contra las expectativas que tiene el sector para el año. En 2021, el país tuvo exportaciones récord de vino fraccionado: u$s 888,5 millones. Para 2022, se esperaba, por lo menos, mantener ese nivel.

A la suba de los incrementos en los envases, la materia prima también tiene sus precios en alza. “Tanto de vinos a granel como de las uvas que se están cosechando, hay incrementos. Seguramente, tendremos un fuerte impacto en el costo de los productos finales”, agrega el hombre de Bodegas de Argentina.

Las botellas y la materia prima incrementó considerablemente sus precios; se espera traslado al precio final.

Esto se traduce en la necesidad de incrementar precios en el mercado doméstico, con la consiguiente caída en el volumen de ventas, y en el compromiso de la rentabilidad de los productos que se exportan. Los segmentos de bajo precio ya están, en muchos casos, con rentabilidad negativa”, reconoce Kuret

¿Cuánto podrá aumentar el vino para el consumidor final? “Hay una necesidad de aumentar precios, dado el incrementos de costos. Depende de cada segmento y de su estructura de costos el porcentaje que subirá. Por el lado de las exportaciones, no se pueden aumentar los valores. El tipo de cambio no es competitivo y los productos bajan su rentabilidad llegando a ser, incluso, negativa. Tal es el caso de los productos de bajo precio, donde los márgenes son muy pequeños”, concluye.

Desde Bodegas López, aseguraron que, en lo que va del año, los precios subieron un 20%. “En los próximos días, tendremos que aumentar por lo menos un 25% más. Así y todo, estas subas no amortizan los incrementos que debemos afrontar en insumos”, explica el empresario.

“Gran parte de nuestros insumos son importados. El gas ya tuvo un alza del 45% en dólares. Los corchos subieron 15% en euros, a lo que se suma que la uva vale hoy 45% más que en septiembre y, también, debemos afrontar los aumentos paritarios, en torno al 45%“, concluye López.

CUÁLES SON LAS BOTELLAS QUE FALTAN

Las bodegas más importantes debieron discontinuar productos, cambiar formatos y colores de envases e, incluso, rechazar ventas a canales a fines de 2021 como consecuencia del faltante de ciertas botellas.

“Hay un aumento muy grande en las botellas y, todavía, existen faltantes en algunas características. Por ejemplo, las botellas de vino blanco están en falta hace seis meses“, explica Andrés Ridois, gerente general de bodegas Colosso Wines y Sottano.

“Ya nos notificaron que, en lo que respecta a la producción de hojas secas, que es la botella marrón, ya no se hará más. También hay faltantes en las botellas de champagne, por ejemplo”, agrega.

“Hace seis meses que hay faltante de las botellas de presentación chica, la que se usa en los restaurantes de 365 mililitros (ml). Lo que hicimos fue comprarle a Chile pero sólo 80.000 envases. Nos costaron el doble y eso se ve reflejado en el precio final del producto”, remarca López.

“Por la falta de botellas, algo que sucede hace casi dos años, nos vimos obligados a envasar nuestro vino producido en Mendoza en el exterior y también importar botellas del exterior, por ejemplo, desde España. Eso hizo que el proceso de envasado se encareciera el doble“, reconoce Labid Ameri, presidente y cofundador de Domaine Bousquet, bodega que produce vino 100% orgánico y exporta el 95% de sus productos.

Fuente: Cronista.

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