La diferencia de los valores de origen y en góndola es de 17,7%, según un informe de CAME. El productor sólo participó del 24% de los precios de venta.
En enero la diferencia de precios entre el despacho de un productor agropecuario y del consumidor final fue de 17,7%. Esto resultó de relevar el promedio de 24 agroalimentos que participan de la mesa familiar argentina. Significa, además, que la diferencia es 5,51 veces mayor.
Los precios al consumidor subieron 12,7% y al productor, 3,3%, según un informe publicado este fin de semana por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Los aumentos también impactaron en la brecha de precios entre lo que se marca en góndola y lo que se despacha desde el campo. La participación del productor en los precios de venta volvió a reducirse, ya que representó únicamente el 24,5%.
El producto con mayor diferencia fue la manzana roja, con una brecha 15,8 veces su valor original. Y la mayor suba mensual se registró en la calabaza, con 218%, seguida por la frutilla (+75,1%), papa (+73,2%) y limón (+46,9%). Por otra parte, las bajas no alcanzaron a compensar los incrementos: repollo (-29,8%), la berenjena (-19,6%), huevos (-16,2%), según marcó el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) del sector de Economías Regionales de CAME.
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El IPOD frutihortícola creció 21,5% en enero y la brecha para esos productos promedió 6,1 veces (había sido de 5 veces en diciembre). En el sector ganadero descendió 3,4%, con una brecha promedio 3,3 veces (3,4 veces en diciembre).
Economías regionales
Al iniciar el año, hubo 15 productos con aumentos en sus brechas y nueve con bajas, repitiendo las mismas proporciones que en diciembre, pero con diferentes productos. De los productos en alza, cinco tuvieron subas mayores al promedio y 10, menores, según publicó CAME.
En el caso de la calabaza, después de haber subido 161,3% en diciembre, volvió a dar un salto en enero, con un incremento de 218,9%. El aumento se da por una disminución muy fuerte en los precios de origen (-71%) y una caída de 7,6% en los precios de destino. La variación del precio en origen, según comentaron los productores, responde a la presencia de una gran cantidad de producción en provincias como Santiago del Estero, Mendoza y Buenos Aires, acompañada de un derrumbe en la demanda.
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La frutilla subió 75,1%, a partir de un aumento de 34,7% en los precios de destino y una disminución de 23,1% en los precios de origen. En origen, la variación del precio, de acuerdo con lo informado por los productores, responde a una caída en la calidad provocada en Río Negro por condiciones agroclimáticas desfavorables que afectaron la producción.
