Un reciente informe de la consultora política, económica e institucional Politikon Chaco expone las cifras nacionales y regionales suministradas por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación. En una entrevista con su director, Alejandro Pegoraro, desandamos los detalles de cada sector y las situaciones que se dan en la realidad chaqueña.
– Los últimos números del crecimiento del empleo privado registrado… ¿Indica cierta esperanza en el crecimiento del sector o desarmado por regiones muestra otro panorama?
– El resultado nacional positivo se replica, en diferentes dimensiones, entre las regiones del país. Comparando con el mismo mes del año anterior, todas las regiones muestran crecimiento del empleo privado formal mayores al total nacional, y solo el agrupado CABA-Provincia de Buenos Aires queda por debajo.
Incluso analizando los últimos seis meses del NEA y el NOA en particular han mostrado muy buenas tasas de crecimiento de este indicador, pero debe entenderse que las mismas partían de bases comparativas más bajas y por ello se vio, primero, un rebote, y luego crecimiento.
Además, al ser regiones con provincias con un mercado de trabajo privado formal más chico que en otras, todo crecimiento, aunque sea relativamente menor, impacta de manera más directa. No es lo mismo un crecimiento de 100 puestos de trabajo en Formosa, donde la población trabajadora privada formal es de 25 mil personas que, en Mendoza – por ejemplo – donde son 237 mil personas las que conforman el mercado laboral privado.
Por ende, el panorama es optimista porque se logró recuperar este segmento de una manera más rápida que lo esperado, aunque todavía hay factores a solucionar para que la suba se sostenga en el tiempo. Lo cual es algo muy necesario porque, más allá del buen momento que se atraviesa, todavía las provincias están lejos de su pico histórico de empleo privado formal.
– Si bien se reporta el décimo incremento consecutivo interanual… ¿Es suficiente para tener a más población asalariada arriba de la línea de pobreza?
– Desde ya unos años, pero de manera más marcada en este último tiempo, quedó demostrado que en Argentina no alcanza con tener empleo para dejar de ser pobre. Por el contrario, hay muchos asalariados, tanto de sector privado como público, que aun teniendo lo que se denomina un empleo de calidad (en blanco y demás) sus salarios corren por detrás de la inflación constantemente.
Aquí hay un gran problema de puja distributiva: los salarios aspiran a superar la inflación, pero una vez logrado hacen presión sobre la misma. En la medida que no se logre estabilizar la inflación en una inercia que sea bastante menor a la actual, el problema salarial y su repercusión en la pobreza, aun en trabajadores registrados, seguirá estando vigente.
– Con cierto “boom” de obras públicas, que lo vemos en el Chaco, ¿podemos decir que es un camino a seguir o se debe avanzar en otros sectores de la economía para mejorar la oferta laboral?
– Todo depende de la estructura laboral y productiva de una provincia en particular. En términos generales, la construcción es un sector muy dinámico de la economía, y los ‘booms’ como el que se vive actualmente (que cobra mayor o menor dimensión según la provincia) sin duda colabora en la generación de empleo e incremento del consumo.
Ahora bien, cada provincia tiene su particularidad: Catamarca, por ejemplo, lidera la suba relativa del empleo privado formal a partir de una expansión importante de la actividad minera, lo mismo con San Juan. Esa actividad dinamiza los sectores que son conexos a la misma y provocan un alto movimiento de consumo en los lugares donde se explota.
En Neuquén, la mayor producción energética generó la misma dinámica. En el Chaco en particular, la construcción es la gran estrella de este último tiempo, pero se necesita seguir avanzado en otros sectores que son claves no solo para tener más puestos de trabajo, sino también en el propio desarrollo provincial, como lo son los empleos vinculados a servicios informáticos y en la industria manufacturera.
– ¿Qué causas explican el retroceso del sector de intermediación financiera?
– Si bien este este sector suele tener un dinamismo muy particular, vinculados a retiros o rotación, en el último tiempo se vio una importante merma del empleo a partir de cierre de sucursales bancarias, una situación que se arrastra desde el inicio de la pandemia, la mayoría de la banca privada.
– Volviendo al tema de los asalariados… ¿Se puede hablar de que se superaron las cifras previas a la pandemia? (siempre tomando el total país)
– La comparación que se realiza en este caso es vs. febrero 2020, último mes previo al estallido de la pandemia. Tomando ese punto de referencia, el empleo privado formal en enero 2022 ya superó ese nivel prepandemia, aunque aun levemente (+0,9%). En ese marco, 18 provincias lograron también superar ese nivel, y hay aun seis que continúan por debajo.
– Como mencionaba antes, la construcción fue el sector más dinámico en términos de generación de empleo en el Chaco, y no es un dato casual, sino que responde a una estrategia de gobierno (tanto provincial como nacional) de fuerte vuelco de recursos vinculados a la obra. En ese sentido, la provincia estuvo muy activa, y además favoreció la medida dispuesta por Alberto Fernández en marzo 2021 de reducción de aportes patronales a nuevos empleos en las provincias del Norte Grande.
Sin embargo, no hubo demasiado apoyo a otros sectores, más allá de alguna medida aislada. Por eso, la batería de anuncios que realizó el gobierno provincial el pasado lunes abre la puerta a un nuevo camino de crecimiento, siempre y cuando dichas medidas se aplican realmente en la dimensión que se espera. El sector privado necesita no solo apoyo en términos de costos laborales, como ser reducción de aportes o bien subsidios al salario, sino también otras vinculadas a lo impositivo y al costo de vida.
También, creo que no se explota del todo la potencial de la industria chaqueña, más allá de ciertos apoyos muy específicos. Tenemos una industria algodonera y textil, pero seguimos comprando las remeras manufacturadas en los grandes centros industriales, entonces es necesario rever la política industrial y su vinculación con el mercado local.
Los datos de exportaciones chaqueñas también dan cuenta de esto: casi 7 de cada 10 dólares exportados surgen de la actividad primaria, sin valor agregado. Entonces, fortalecer acciones en sectores vinculados a la industria, pero también a servicios, podría colaborar en la generación de más empleo.
– ¿La presión fiscal y la falta de previsibilidad del Estado (en todos sus niveles) empuja a muchos empresarios a transitar la senda de la informalidad en el ámbito laboral? ¿O es más bien una práctica arraigada en cierto sector del empresariado para hacer alguna finta y eludir ciertos compromisos y derechos con los asalariados?
– Hay mucho de ambas cosas. Pero más allá de la existencia de empresarios ventajistas, la realidad que viven muchas empresas, sobre todo pymes y MiPymes, es que los costos son muy altos para afrontar. Si quiero ofrecer un puesto de trabajo con un salario en mano de $50 mil pesos, ese puesto le sale casi $100 mil al empleador.
Por eso las medidas anunciadas ahora, que las mencioné antes, cobran relevancia para poder dar una solución (aunque parcial) al problema. Pero no solo se trata de costos laborales, sino también de tributos por actividad. Dependiendo la actividad que se realice, la carga impositiva es alta, y hay esquemas que desincentivan la informalidad, no solo en la contratación sino en la operación misma.
Además de ser un problema económico y político, también hay un problema social: hay aún sectores de la población que creen que un empresario es el señor de bigotes y lentes que nada en una pileta de billetes, cuando la realidad es que gran parte de las empleadoras del país son pymes que transitan la diaria con innumerables inconvenientes. No cabe duda que existen empresarios ventajistas y explotadores, existen desde ya, pero no es la generalidad.
Descargá el informe de Politikon: Provincias-EmpleoRegistrado-Enero2022 .
Por Marcelo López.
