La evolución de la hidrovía genera preocupación por sus implicancias en la producción y el ecosistema.
Considerada una de las principales vías de salida de la producción del norte y centro argentino, la evolución de la hidrovía Paraguay- Paraná genera preocupación tanto a autoridades públicas como al sector privado. Los míninos históricos es un foco de atención en el NEA y litoral por sus implicancias en la producción y en el ecosistema.
En este contexto, el Instituto Correntino del Agua y del Ambiente (ICAA) dio a conocer el informe de posibles escenarios hidrológicos en la Cuenca del Plata que emitió el Instituto Nacional del Agua (INA) para el próximo trimestre. Indica que en el litoral argentino se esperan tres meses con condiciones levemente deficitarias de precipitación. Mientras que para las regiones de la cuenca del Paraná y Paraguay serán normales.
“La bajante del río Paraná, de características extraordinarias, seguirá siendo motivo de especial monitoreo diario”, indican desde el ICAA. La perspectiva al 31 de octubre es desfavorable, con probabilidad cierta de extenderse, según detalla el estudio.
Paraná
El caudal río Paraná en su tramo argentino-paraguayo está críticamente bajo. El mes se presentó con lluvias escasas, sobre la cuenca de aporte directo y el aporte en ruta al tramo se mantiene en valores muy poco significativos. “Dada la perspectiva climática al 31 de octubre no se espera un cambio en el panorama”, indica el informe.
En el embalse de Yacyretá el caudal entrante evolucionó sin tendencia definida, con oscilaciones durante todo el mes entre un máximo próximo a 7.400 metros cúbicos por segundo y un mínimo alrededor de 5.400 metros cúbicos por segundo.
Finalizó el mes con un valor próximo a 5.700 metros cúbicos por segundo, siendo este muy inferior al normal. El promedio de 6.100 metros cúbicos por segundo representa aproximadamente la mitad del promedio mensual de los últimos 25 años, de acuerdo con lo señalado en el estudio.
Perspectivas
El informe del INA publicado en el sitio web del ICAA señala que la suma de aportes de los ríos Paraná y Paraguay, por sus bajos valores, revela la condición de sequía generalizada de la mitad norte de la Cuenca del Plata.
El sostenimiento de las descargas de reservas en los embalses de Brasil permite que aún no se evidencie netamente la tendencia bajante, lo que se espera que ocurra en las próximas semanas. La tendencia climática regional define un escenario hídrico inferior a lo normal por lo menos hasta fines de octubre. Por lo tanto, “en agosto podrían acentuarse los niveles mínimos históricos”, sostiene el trabajo.
Impacto económico
Días atrás se conoció la preocupación entre agroexportadores ya que, por la emergencia hídrica en la hidrovía, el sistema de exportación agroindustrial completa los cargamentos en los puertos de Necochea y Bahía Blanca. Los costos, por lo tanto, aumentaron aproximadamente un 300%.
Debido a las pérdidas que se generan en algunos sectores productivos de las provincias ribereñas, el Gobierno nacional decidió crear un Fondo de Emergencia Hídrica por unos $1.000 millones que servirá, entre varias medidas, para asegurar la provisión de agua potable. También se resolvió la creación de un Programa de Emergencia Hídrica para verificar el abastecimiento de agua potable y generación de energía eléctrica en los ríos Paraná, Iguazú y Paraguay.