En un complejo escenario para las pymes, Inversor Digital dialogó con el presidente del Fondo de Garantías del Chaco, Adrián Atanasoff, quien detalló los alcances de este instrumento financiero que no tiene costo para la apertura de una carpeta para descontar cheques. Se trata de una herramienta que opera en el marco del apoyo de las políticas públicas al crédito privado.
– En un momento tan difícil para el funcionamiento de muchas pymes… ¿Qué es el FoGach y cuál es su función?
– Es una entidad creada por el Decreto N° 1538/13, que tiene por único y puro objetivo dar garantías para que las pymes puedan acceder al financiamiento. En el mundo de las financias, el sistema de crédito para las pequeñas y medianas empresas funciona con garantías, que apalancan a los bancos para que las pymes puedan conseguir financiamiento de estas entidades.
– ¿Cómo fue el origen de este tipo de ayudas para los empresarios?
– El origen de los fondos de garantías se remonta al Tratado de Basilea (1988), con los bancos. Que lo que generó fue un esquema de restricciones bancarias para todo lo que implique lavado de dinero, lo cual tuvo como consecuencia que disminuyó el crédito pyme.
Las nuevas regulaciones impedían a los bancos prestar a las pymes, por eso es que se buscó trabajar en un esquema que permita garantizar los créditos para las pymes en los bancos.
En el caso de la Argentina el esquema de garantías comienza a operar a mediados de la década de los 90´. Precisamente en el año 1995, cuando se crea la ley 24467, y así nacen Garantizar y el Fondo de Garantías de Buenos Aires.
Igualmente, en los inicios no funcionó bastante bien. Recién para 2010 y 2011 empiezan a haber incipientes operaciones. En 2013 se crea el FoGaCh. En realidad, el crecimiento exponencial de las garantías se dio a partir de la pospandemia. Durante la pandemia hubo diversos actores destacados en el mundo financiero, entre ellos el FoGaCh, que tuvo un desarrollo bastante importante para lo que son las garantías. Y se entendía en el sistema financiero argentino la necesidad de contar con una garantía para poder prestar créditos en materia de desarrollo productivo.
– ¿Cómo avala a las pymes el Fogach?
– Lo que hace la garantía es eliminar el riesgo que tiene el banco contra la pyme. Básicamente se opera de la siguiente manera: la pyme va al banco y tiene que presentar sus balances, se arma una carpeta donde se le van a hacer preguntas sobre el negocio y si va una garantía preferida de un fondo de garantías (en este caso el FoGaCh) no le van a hacer ninguna pregunta. Lo que le van a decir es: ‘Si vos tenés esta garantía yo no miro tus números’.
Otra de las cosas que permiten los fondos de garantía, y esto en Argentina es una novedad, es el financiamiento en el mercado de capitales. Hay una creencia de que el mercado de capitales es para grandes empresas o que no está al alcance de una pyme de la provincia, pero la verdad es que para sorpresa de muchos la mayoría de las operaciones del FoGaCh se hacen en el mercado de capitales y no en el mercado bancario.
Para nosotros es muy gratificante que las pymes acudan al mercado de capitales porque, más allá de generarles un financiamiento, lo que estamos logrando es que por ahí fondos que invierten en pymes de otras provincias vengan a invertir en las pymes chaqueñas. Con lo cual se genera una adicionalidad financiera que es de gran ayuda para las pequeñas y medianas empresas locales.

– En la práctica… ¿Cómo es la operatoria, cuando una pyme se acerca al FoGaCh?
– Siempre digo que las entidades de garantías son como un supermercado de financiamiento. Cuando una pyme acude a nosotros, a diferencia de cualquier otra entidad financiera, lo primero que hacemos es escucharla, entender cuál es su negocio, cuál es su necesidad financiera (tanto para inversión como para capital de trabajo). A partir de ahí, nosotros que tenemos atrás un montón de bancos, de herramientas en el mercado de capitales y de créditos de instituciones estatales que vienen con subsidios, con tasas bajas o con inversión en tasas para apuntalar un sector determinado. Lo que logramos con ese abanico de posibilidades es decirles a las pymes: ‘Para nosotros la mejor opción que tenés es esto’.
El ejemplo más fácil es: si una pyme tiene un cheque descubierto, lo mejor que puede hacer es cambiarlo por un descuento de cheque propio en el mercado de capitales.
También hay muchas pymes que vienen con necesidades puntuales de inversión. Por ejemplo, para comprar un utilitario, una maquinaria o construir un galpón. Y como suelen estar acostumbrados al vaivén de la economía argentina del crédito a corto plazo no se dan cuenta que pueden estar comprometiendo su negocio, al utilizar esas opciones cortoplacistas.
Entonces, lo que hacemos es buscar qué alternativas puede haber de financiamiento a largo plazo. Que las hay, pero suele tratarse de nichos. En la situación económica actual de la Argentina y a tasas competitivas, hay líneas de financiamiento para industria argentina, otras para sectores de exportación, de sustitución de importaciones…
Realmente hay que ser un especialista en temas de financiamiento para que una pyme pueda hallar cuál es la herramienta financiera que le conviene. Es ahí donde los fondos de garantías, además de dar la garantía para que no analicen a la pyme, hace las veces de asesor financiero de esa empresa ya que cada pyme es un mundo.
– ¿Está pensado el sistema financiero tradicional para dar créditos a las pymes?
– El sistema financiero argentino tradicionalmente no presta a las pymes, y no es una culpa de los bancos. Ya que están condicionados por las regulaciones que expliqué al comienzo de esta entrevista, y sucede que en el esquema de negocios de los bancos el crédito productivo está en el décimo lugar. Con lo cual hay un montón de créditos de consumo, mesas de dinero, servicios que prestan, tarjetas de crédito y en último lugar están los créditos productivos.
Entonces, en ese escenario y desde el FoGaCh es lo único que hacemos con dedicación exclusiva. Trabajamos cada día para ver cómo prestar más a las pymes. Esto implica una doble tarea: por un lado, trabajar con la pyme, entenderla; Y después lograr que las entidades financieras comprendan que nosotros avalamos a las pequeñas y medianas empresas, para que esos emprendimientos que están en el décimo lugar de prioridad de créditos avancen hacia los primeros puestos. Queremos meterle input para que crezcan y que a su vez el negocio del banco crezca, pero no por una inercia propia del banco, sino por un esquema adicional nuestro con los bancos.
– ¿Dónde pueden utilizar las pymes el respaldo de estos fondos de garantías?
– Nosotros hacemos la misma calificación para que una pyme vaya o a un banco o al mercado de capitales, no hay ninguna diferencia. O sea, si se puede conseguir un crédito bancario pasa lo mismo en el mercado de capitales.
Lo que hacemos desde FoGaCh es que tenemos nuestros análisis de riesgo, el cual tiene muchas aristas que tiene que ver con la actividad de la pyme, en qué sector está, cómo viene con sus balances, qué ratios de endeudamiento y de liquidez tiene, son algunas de las cosas que evaluamos.
Básicamente, preparamos una carpeta de riesgo tiene que ver con el análisis financiero de la pyme. Siempre recomendamos a las pymes que tengan buenos antecedentes financieros, porque eso les cierra puertas (si no los tienen). El análisis económico tiene que ver con la facturación que tiene la pyme, ahí siempre jugamos contra la economía informal (que muchas pymes tienen).

– ¿Es conveniente dar ese paso para salir de la informalidad en el contexto actual?
– El planteo que hacemos es que esto es como una balanza… Si tenés mucha informalidad no te van a poder prestar. En cambio, si lográs un equilibrio vas a conseguir mejores herramientas de financiamiento. Para ponerlo en un ejemplo bien claro: si tenés una pyme que es informal, pero le terminan pagando con cheques y va a descontarlos a la usura, no sé cuánto te conviene la informalidad. Hay que hacer esos balances y tomar la mejor decisión para el futuro del emprendimiento.
Teniendo en cuenta estos parámetros, desde el FoGaCh vamos a evaluar qué monto le podemos dar la pyme. En la experiencia de estos años tuvimos y tenemos monotributistas que descuentan cheques en el mercado de capitales.
Es una herramienta para cualquier pyme que quiera descontar. Y al ser cheques propios (o de terceros), lo que genera este esquema es la posibilidad de competirle a un plazo fijo, a un descubierto bancario, donde ya está ganando puntos de tasas la pyme.
También sucede que algunas pymes tienen un capital de trabajo pero no con cheques, entonces su ciclo de cobros no es con cheques sino con cuentas corrientes. Con lo cual no tienen los cheques para venir a descontarlos, y resulta ser una herramienta para comercios que trabajan con esas cuentas corrientes (incluso para algunos mayoristas y algunas industrias), donde tienen la posibilidad de financiar sus cadenas de cobro.
Pasó que algunas industrias grandes que comenzaron a trabajar con nosotros, y luego vinieron los proveedores y clientes de ellos para descontar esos valores. Eso es lo que hay que buscar, tratar de apalancar lo más que se pueda las cadenas productivas para fortalecer las pymes locales.
Argentina es uno de los países que tienen mayor cantidad de pymes no integradas a cadenas, son pymes satélites (van entrando y saliendo del proceso productivo). Es más parecido al comercio, donde tenés consumidores finales y es bastante amplio tu abanico de clientes. Pero tenemos que trabajar en apuntalar las cadenas para poder dotarlas de flujo de capitales, para que puedan ir creciendo y aumentando su capacidad productiva. Tenemos líneas específicas para ayudar a este sector.
– ¿Cómo evaluás el desempeño del FoGaCh a lo largo de sus primeros 10 años de vida institucional?
– Cuando se creó el Fondo de Garantías del Chaco, el Sistema de Garantías Argentinas no existía. Había lo que eran las CGR, pero se trataba de un nicho muy particular del mercado que no operan en nuestra provincia particularmente. Entonces tuvimos que crear el sistema de garantías, y no solo convencer a las pymes acerca de por qué me sirve una garantía sino también al sistema financiero, de que pueden tomar estas garantías como financiamiento. Fue un trabajo arduo en convencer a las dos puntas del esquema, de por qué nos necesitaban a nosotros.
– ¿Qué estrategia utilizaron para llegar a las pymes?
– Cuando comenzamos era pyme a pyme. Íbamos a buscar a las pymes, porque mostrábamos casos de éxito al mercado de capitales para que podamos empezar a trabajar, y así que el boca a boca vaya llevando a las pymes a sumarse a esta forma de financiación.
Creo que hoy falta tanto financiamiento en la Argentina que pelearse entre las instituciones financieras es perder tiempo. Estoy convencido que tenemos que salir a buscar más pymes, porque hay muchas que están necesitando financiamiento.
– ¿Cómo están ubicados actualmente en el mundo de las finanzas?
– Creo que hoy estamos consolidados como el epicentro del financiamiento, porque sin garantías es muy difícil que haya financiamiento. Las pymes que no necesitan a las garantías ya están financiadas, entonces todas las entidades de crédito de la provincia confluyen en nosotros y nos van pasando casos de análisis para ver cómo los podemos trabajar.
Igualmente, nosotros tenemos una agenda comercial bastante amplia, que tiene que ver sobre todo con el interior de la provincia, con el mercado de capitales (para que se conozca esta herramienta), y con la inclusión financiera. Entendemos que hay un punto donde una pyme si no tiene un financiamiento, pero lo conoce es una decisión de esa empresa. Lo que nosotros vamos a buscar es a aquellas pymes que creen que no pueden acceder al financiamiento, creo que esa es la barrera que hay que romper.
Venimos de muchos años de frustraciones de pymes que intentaron sacar crédito y no lo lograron. Esto genera, no solo el problema de que no se pudo financiar en su momento, sino que muchas veces hace que ya no vuelvan a pedir un crédito. Entonces, volver a convencer a una pyme y decirle: ‘vení que yo te voy a ayudar para que salga el crédito’, es una inmensa responsabilidad nuestra ya que si fracasa dos veces ya no va a venir más. Por eso nuestros esfuerzos van direccionados para que las pymes puedan reincluirse financieramente.
– Yendo a la comunidad de emprendedores del NEA… ¿Notás que están formados en educación financiera?
– Hay distintos estamentos entre las pymes. Hay algunas que la verdad tienen un desarrollo financiero muy importante, y hay otras que realmente no tienen una inclusión financiera y el único trabajo financiero que hacen es mirar la cuenta del banco todos los días. Tenemos esos dos extremos, y en el medio quienes hicieron algunas vez una operación, conocen las herramientas pero nunca se animaron.
– Para los empresarios pymes… ¿Por qué es tan importante conocer sobre finanzas?
– Creo que el empresario tiene que conocer a la perfección el negocio que está haciendo. Qué está comprando, vendiendo, a qué precio, cómo negocia con los proveedores, cómo negocia con los clientes, si produce, los costos que tiene ocultos, saber impositivamente lo que está haciendo.
Esto en todo el mundo, pero en la Argentina particularmente hay que conocer lo que se está haciendo financieramente. Sobre todo, por la inflación, la verdad que en dos meses si uno no está viendo financieramente cómo trabajar su negocio puede tener un problema bastante grande en términos de liquidez, que luego puede terminar siendo un problema económico.
También es innegable la competitividad que te dan hoy las finanzas. No es lo mismo una pyme que se financia con un descubierto que con un descuento de cheques en el mercado de capitales. Ahí tenés 20 puntos de tasa que le va restando rentabilidad a la pyme.
Siempre digo que nuestra idea es hacer pymes más competitivas en términos financieros y reducirle costos. Para que puedan competir localmente e interprovincialmente o a niveles regionales.
El ejemplo claro son las licitaciones para obras públicas o concursos públicos, donde son con esquemas de pagos y toda una ingeniería financiera. Que si el empresario no toma en cuenta esa forma de trabajo puede quedar fuera del negocio.
En el día a día del negocio se hace complejo analizar todo esto. Pero cuando uno va a una venta puntual y analiza el costo financiero que tiene con una u otra herramienta ahí es donde se ve la rentabilidad que está dejando escapar la pyme.
Por Marcelo López.